«La gente va al cine para que le hagan reír y sufrir»

El cine de terror es adictivo. Mucho. La gente va a las salas a vivir emociones distintas y, el suspense es uno de los géneros que más seguidores tiene. Lo dice Roque Madrid (Torre Pacheco, 1976). Su película 'Escóndete', un 'thriller' de ficción en torno a una vieja leyenda que produce escalofríos, se proyecta esta tarde -20.00 horas- en la Filmoteca Regional, dentro del Festival Europeo de Cine Fantástico de Murcia (C-FEM), donde compite junto a otras seis cintas. Director y productor de cine -es fundador de la productora Cuarto Creciente- ha rodado cortometrajes -'Un regalo para papá', 'Turno de noche', con el que se encuentra en el Festival de Cannes dentro de la sección Short Film Corner-, documentales -'Piedra sobre piedra', 'Sandra o Luis'- y largometrajes -'Toreros', 'El regreso de Elías Urquijo', otro 'thriller' psicológico que estrenará este verano-.

«La película fue casi como un experimento para tener una primera aproximación hacia el cine de ficción. Fue un experimento tanto para mí como para los actores -Víctor Sevilla, Rubén Mascato, Mariam Hernández y Raquel Arcos-; estaba trabajando en otra película también del mismo género -'El regreso de Elías Urquijo'- y quería que me aportara cosas para este otro proyecto. Lo que no imaginábamos era que el resultado fuese tan positivo», relata Madrid. Su película, «rodada al estilo de 'La bruja de Blair', como si la cámara fuese testigo de lo que está sucediendo», transcurre durante una noche de sábado en la que dos parejas se citan en un viejo cuartel abandonado para beber; el lugar fue testigo hace 45 años de un crimen que ha quedado impune, y este arranque da pie a Madrid para construir su historia. «No tengo un género específico en el que me sienta más cómodo, pero éste [el cine fantástico, de terror] me gusta muchísimo. Creo que es uno de los que más seguidores tiene porque la gente cuando va al cine quiere que le hagan reír, llorar, y sufrir, que es una de las cosas que más estimulan y hacen que te palpite el corazón. Ahí están, por ejemplo, los parques de atracciones; la gente hace cola para que les pongan boca abajo a doscientos kilómetros por hora», señala.

Formado en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y en la Academia de Cine de Nueva York, Madrid es también responsable del proyecto Aprendiz de Cine, «una escuela 'on line'» en la que lleva trabajando desde hace dos años y con la que busca transmitir los conocimientos básicos para realizar una película a través de entrevistas a distintos profesionales del cine: directores, montadores, productores, técnicos... «Lo que queremos es trasladar la idea de que para hacer cine no es necesario tener un título colgado en la pared, hace falta tener conocimientos, pero como se aprenden es con la práctica. Esto es una profesión y las profesiones se aprenden trabajando, ser cineasta está más cerca de un oficio que de coger un libro y teorizar», matiza. Los días 23, 24 y 25 de este mes estará en el encuentro Zinc Shower de Matadero Madrid mostrando su proyecto -al que ha dado un nuevo empujón con la puesta en marcha de talleres y la edición de publicaciones-, «para que los inversores que pasen [se trata de un encuentro para impulsar las industrias creativas] nos conozcan, y si les interesa, nos ayuden a crecer», dice Madrid, para quien lo más duro en estos años de carrera ha sido «entender los tiempos del cine»: «Yo siempre querría que todo fuese más rápido pero las películas se tardan en escribir, en financiar, en producir y sobre todo en distribuir, que es incluso más complicado que hacer el largo», añade.

Además de la cinta de Roque Madrid el festival C-FEM proyecta hoy la serie de cortometrajes 'Made in Murcia' (19.00 horas) y ofrece la conferencia 'Historia negra de Murcia' (18.00 horas), a cargo de Nacho Ruiz, codirector de la galería T20.