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J. P. S.
Lunes, 22 de mayo 2017, 01:04
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El atracador que el lunes y el jueves de la pasada semana atracó dos oficinas bancarias en La Unión a gritos y con una pequeña arma blanca en la mano, alegando que actuaba acuciado por una presunta deuda económica, sufrió el viernes sendos reveses en su intento de robar de nuevo en otras dos sucursales bancarias de El Algar y Cartagena, respectivamente, según ha podido saber 'La Verdad' de fuentes de la investigación.
Sobre las 11.30 horas del viernes, con idéntico 'modus operandi' y con ropa similar a la que llevaba cuando cometió las fechorías en el municipio unionense, se presentó en la oficina que Banco Mare Nostrum (BMN) tiene en El Algar, al inicio de la avenida Filipinas, junto a la conocida plaza del Hondo. Tras esgrimir un pequeño cuchillo a clientes y empleados, y pedir sin destinatario concreto «el dinero», el atracador no obtuvo respuesta temerosa alguna de los clientes allí presentes. Todo lo contrario.
Según las mismas fuentes, un empleado de la entidad financiera, que suele usar bastón en sus desplazamientos, se dirigió inmediatamente al individuo en cuestión, con tono intimidador y con su báculo en lo alto, exigiéndole que se fuera.
Tras un nuevo intento del ladrón de asustar a sus potenciales víctimas, el trabajador del banco -antigua Cajamurcia- siguió andando hasta llegar a su altura, momento en el que el caco emprendió la huida, no sin antes recibir un bastonazo de manos de su valeroso opositor.
Al salir de la entidad con las manos vacías, el atracador -veinteañero, según lo describieron los testigos- se perdió entre los cientos de personas que a esas horas de la mañana acudían al mercadillo semanal de la población. Pero no contento con eso, el individuo, pocos minutos después, viajó hasta la ciudad de Cartagena para intentar asaltar otro banco. En este caso, en la sucursal que BMN tiene en la calle Capitanes Ripoll.
En esta ocasión, no fue recibido a golpe de bastonazo, aunque eso sí, al comprobar que sus amenazas no daban resultado y que no tenía a mano coger algún dinero fácil y rápido, como había sucedido en los atracos anteriores de La Unión (donde se llevó 300 euros en una sucursal del BBVA el lunes; y 150 euros en una oficina de Caixabank, el jueves), optó por marcharse de nuevo sin botín alguno.
La Guardia Civil ya tiene algunas pistas sobre la identidad del individuo gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en ambas entidades, así como los testimonios de las víctimas.
Los investigadores creen que el autor de los hechos está alternando estos días su domicilio en casas de familiares y de amigos en localidades cercanas a La Unión, para intentar pasar desapercibido.
En sus asaltos, además, sospechan que puede estar siendo ayudado por alguna persona para abandonar rápidamente la zona, según informan fuentes de la investigación.
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