Murcia es una de las regiones que sufre más asaltos en casas y de mayor gravedad

La posibilidad de que los amigos de lo ajeno le den un palo en su vivienda no es igual aquí, en la Región, que en el País Vasco o en Albacete. El último informe de la asociación empresarial del seguro (Unespa) 'Los robos en los hogares en España' pone de manifiesto que este tipo de delincuencia, muy ligada a grupos organizados, no es homogénea en todo el país. Murcia, junto con Madrid y Tarragona, son las regiones españolas con mayor probabilidad de sufrir asaltos en casas. Además, según explica el documento del sector, los golpes en la Región superan, además, en gravedad a los de otros puntos de la geografía nacional. El botín medio, precisan las fuentes, supera los 1.500 euros.

La costa mediterránea es, sin duda, el espacio preferido por los amigos de lo ajeno para desplegar su actividad. Los primeros puestos de esta lista negra los ocupan principalmente provincias y regiones del Levante español, encabezadas por Tarragona. Después de la capital española, Murcia ocupa el tercer puesto del ranking de regiones con mayor probabilidad de sufrir un asalto. Toledo ocupa el cuarto puesto de esta lista, seguida de un reguero de provincias mediterráneas: Barcelona, Almería, Castellón, Valencia y Alicante. La otra cara de la moneda la ocupan provincias como Valladolid, Lérida, La Rioja y Álava, donde, según la patronal de las aseguradoras, las probabilidades de que le roben a uno en casa son menores.

El informe de Unespa analiza, además, la gravedad de los robos que sufre cada territorio y, también en este punto, Murcia se encuentra a la cabeza. Para determinar la gravedad, según explicaron las fuentes, el estudio tiene en cuenta la relación entre el coste del siniestro y el capital asegurado de la póliza. El coste medio de los siniestros fue superior a los 1.500 euros en Murcia, Cataluña, Baleares y Castilla-La Mancha, mientras que en Aragón y Asturias se produjeron los siniestros menos graves, en los que el botín fue, de media, inferior a los 1.000 euros.

El asalto más grave de los analizados en este informe se produjo en Orense y la indemnización fue superior a los 300.000 euros. El menos grave tuvo lugar en Cantabria y el importe fue de 549 euros. Las aseguradoras españolas pagaron en total 291 millones de euros a sus clientes en 2014 en concepto de indemnizaciones por robos en hogares.

Menos los fines de semana

La patronal de las aseguradoras españolas revela, además, en su estudio, que los ladrones actúan durante todo el año, aunque lo hacen con mayor virulencia en los meses de invierno -sobre todo en enero, febrero y marzo- y en agosto. El sector explica que en los meses de invierno son muy numerosos los asaltos a segundas viviendas, que por norma general presentan unos bajos índices de ocupación en la época laboral. En agosto, el mes fuerte del estío, las casas vacías de aquellos que se han marchado lejos de vacaciones son el objetivo principal de las bandas. El informe pone de relieve que es, concretamente, en los meses de diciembre, enero y agosto cuando se dan los golpes con botines más jugosos.

La presidenta de la patronal de las aseguradoras españolas, Unespa, Pilar González de Frutos, dio ayer las claves de este análisis en el que se han tomado como referencia 80.000 robos padecidos por un parque de 10 millones de residencias aseguradas y distribuidas por toda España. El análisis está incluido dentro de la Memoria Social del Seguro de 2015, un informe que cumple su decimotercer aniversario y con el que el sector quiere trasladar a la sociedad «el valor añadido que genera su actividad». Según explicó González Frutos, frente a la creencia popular, son los lunes y los viernes los días en los que se producen más robos, mientras que en los fines de semana la actividad decae un poco.

La presidente de la patronal explicó, además, que, aunque con diferencias por zonas, en las épocas festivas -como Navidad o Semana Santa- la actividad de estos grupos se incrementa. Es más, la fecha en la que se producen los robos más cuantiosos es el 6 de enero, Día de Reyes. González de Frutos hizo hincapié, sin embargo, en que «no hay ninguna fecha en la que se pueda bajar la guardia, porque los ladrones no descansan nunca».