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Raúl Hernández
Miércoles, 9 de septiembre 2015, 18:14
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Varios operarios están retirando el cadáver de un toro ensangrentado de unos 500 kilos de peso en los aledaños de la plaza de toros portátil de Archena. De repente, una activista antitaurina se acerca para fotografiar al animal. Uno de los trabajadores la ve y le grita que no haga fotografías. La mujer no hace caso y continúa recogiendo imágenes. Al insistir en captar instantáneas del astado, el hombre le grita que se vaya de allí varias veces, hasta que la coge del brazo y le tira la cámara al suelo de un manotazo. En ese momento, acude una pareja de la Guardia Civil para calmar los ánimos.
Esta escena ocurrió el pasado 5 de septiembre tras un festejo taurino a beneficio de Cáritas y fue recogida por un videoaficionado quien subió el documento a las redes sociales.
La mujer, que es afiliada al partido EQUO, denuncia que tras ese incidente con el operario sufrió varias lesiones en el brazo y la clavícula. Desde la formación política condenan la «agresión» a su «compañera» y explican en un comunicado que «los activistas estaban tomando imágenes para fundamentar una denuncia del evento porque entendían que no se ajustaba a lo establecido en el reglamento taurino vigente, circunstancia ésta que fue comunicada a las máximas autoridades, presidenta y alcaldesa de Archena, y delegado gubernativo, a lo que contestaron que siempre se ha hecho así».
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