Arrestan a dos menores sospechosos de cometer 54 robos en La Unión

Los cacos que más estragos han causado en La Unión durante los últimos meses, dos hermanos menores de 14 y 15 años, muy conocidos en la localidad por sus rondas cotidianas en búsqueda de objetivos y porque han sido pillados en varias ocasiones 'in fraganti' por los vecinos, han sido detenidos por la Guardia Civil y puestos a disposición de la Fiscalía de Menores ayer. La Benemérita les atribuye al menos 54 robos.

Según informaron fuentes municipales, la detención de los adolescentes se produjo a primera hora de la mañana en su domicilio del barrio de San Gil, para, a renglón seguido, «ser conducidos ante el fiscal de Menores, ante quien han prestado declaración sobre su participación en los robos que se les atribuyen». Esta actuación de la Benemérita se enmarca en la 'Operación Fracture', puesta en marcha en octubre del pasado año, cuando, gracias a la colaboración ciudadana, los agentes del puesto local comenzaron a relacionar con un clan familiar del barrio de San Gil numerosos robos en viviendas, vehículos y establecimientos públicos de La Unión y poblaciones vecinas. En enero pasado, los agentes detuvieron a dos personas, mayores de edad, de la misma familia, a las que se les atribuyó decenas de delitos contra la propiedad y de pertenencia a organización criminal, y cuya instrucción judicial continúa en marcha.

Tras proseguir con sus pesquisas, el cuerpo armado pudo formular una nueva acusación contra los dos menores de, al menos, 54 robos, si bien, dijeron las fuentes consultadas, «se cree que pudieron participar además en otros centenar de casos denunciados ante la Guardia Civil y la Policía Local».

Medidas disciplinarias

Tras declarar ante el fiscal de menores, los jóvenes han quedado en libertad, a la espera de que el Ministerio Público concluya su procedimiento de reforma (así se denomina a la instrucción judicial o sumario de menores) «y se determine la apertura de una vista oral en la que el juez en su caso, podría adoptar medidas disciplinarias, como el internamiento temporal en un centro de corrección de menores», aseguraron las citadas fuentes municipales.

La Guardia Civil ha logrado responsabilizar a los menores gracias a los testimonios de los vecinos y también al examen de los inmuebles y vehículos damnificados, donde se ha detectado un patrón común en cuanto al tipo de fuerza empleada y los horarios en los que se cometían los robos, así como el radio de acción sobre el que actuaban, junto con sus familiares de mayor edad.

Los agentes han constatado que este grupo actuaba de manera organizada, de tal manera que -una vez elegidos los objetivos-, eran presuntamente los menores de edad los que accedían al interior para apoderarse de objetos de valor fácilmente transportables, para lo que, en algunas ocasiones, empleaban el lanzamiento de piedras a través de ventanas de inmuebles o vehículos.

En los registros practicados, la Guardia Civil halló herramientas, equipos electrónicos, bisutería y carteras, que ya han sido devueltos a sus legítimos propietarios.