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Cientos de miles de trozos de mineral permanecen en la litoteca de Cerca de las Mulas.
Testigos de la historia de la minería

Testigos de la historia de la minería

La litoteca de Peñarroya cumple 60 años casi intacta y con cientos de miles de muestras geológicas del subsuelo de la sierra

J. A. P.

Lunes, 30 de marzo 2015, 01:01

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En un lugar como la Sierra Minera de Cartagena-La Unión, donde la mayoría de sus tesoros patrimoniales han sido esquilmados por la rapiña, reconforta ver todavía territorios apenas subyugados por la mano del hombre, casi intactos.

Tal es el caso de la litoteca que fue conformando Peñarroya a lo largo de sus 36 años de minería de roza abierta en la sierra (1954-1990), y que, hoy día, seis décadas después, con su impactante contemplación, ofrece una idea de la colosal actividad extractiva que llevó a cabo en estos parajes la multinacional francesa durante la segunda mitad del siglo XX.

La litoteca se encuentra en la denominada Cerca de Las Mulas, junto al paraje de La Esperanza. En esta antigua fundición de plomo, y que durante muchos años después sirvió como oficina y almacén de la empresa Minería Celdrán, recuerda el historiador local Rogelio Mouzo, «la Sociedad Minero Metalúrgica Peñarroya -que había adquirido Minería Celdrán en la década de los 80- depositó varias miles de cajas con testigos de sondeos de prospección de preexplotación minera, recogidos en diversos lugares de esta sierra».

Los pormenores de la actividad de Peñarroya en la Sierra Minera han sido estudiados exhaustivamente por los profesores de la Universidad de Murcia Miguel López Morell y Miguel Pérez de Perceval. Según estas investigaciones, en su constante huida hacia delante, «la multinacional francesa nunca estuvo dispuesta a afrontar una reconversión medio ambiental que evitara los vertidos al mar, pero sí a aumentar considerablemente la producción de mineral sobre la base de un intensivo laboreo de todos los rincones de la sierra».

Sondeos del subsuelo

Y para ello, era indispensable contar con un potente equipo de geólogos que estudiara todo el subsuelo. Según Mouzo, el departamento de geología de Peñarroya llevaba a cabo los sondeos con máquinas de cabeza 'tricono', «cuyas puntas de corte contenían un duro material a base de carbono de tungsteno, las cuales poseían una abertura central para cobijo y recuperación del testigo, con un diámetro que oscilaba desde los 40 a los 125 milímetros».

Los cientos de miles de testigos que contiene la litoteca de la Cerca de las Mulas «tienen de 40 a 83 milímetros, si bien el más común es el de 60».

Aunque la madera de las cajas se encuentra muy deteriorada por el paso del tiempo y su permanencia a la intemperie, todavía se puede leer alguna de las procedencias de los testigos, como 'Mina Brunita', 'Cabezo Rajao', 'Zona Sur de El Llano del Beal' y 'Mina Buen Consejo'.

Las cajas situadas en la zona superior, según los expertos, contienen los testigos de «la gran campaña de sondeos» que realizó Peñarroya al inicio de los 80 en búsqueda de nuevos criaderos, cuando la situación de la compañía ya era crítica y estaba abocada al cierre.

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