La primera helada invernal arruina el 20% de la cosecha de alcachofa

Si nunca llueve a gusto de todos, imagínese cuando hiela. La primera noche en que la Región permaneció casi por entero con el mercurio bajo cero dejó sonrisas en el Altiplano y muecas de dolor en el Valle del Guadalentín. Las temperaturas, que llegaron a -5,1º en Jumilla y a -3,2º en Lorca acabaron con una quinta parte de la cosecha de alcachofa que los agricultores del Guadalentín atesoraban. Por contra, el frío supuso un alivio en el Altiplano y zonas de Cieza, al frenar una posible floración temprana de melocotoneros y albaricoqueros, además de eliminar plagas que acechaban al viñedo y el cereal.

El responsable regional de Coag, Miguel Padilla, explicaba que ayer había estado recibiendo casi sin parar partes de daños de agricultores de Lorca, Puerto Lumbreras y algunas zonas de Alhama de Murcia y el Campo de Cartagena. En su mayor parte, por el efecto de las heladas en sus cultivos de alcachofa y, en menor medida, de los de lechuga y habas: «El frío ha venido bien al almendro y la viña, pero las hortalizas son más sensibles», señaló Padilla. A falta de un peritaje exhaustivo, el responsable de Coag cifraba en un 20% las pérdidas en la cosecha de alcachofa. «Afortunadamente, la inmensa mayoría está asegurada», añadió.

El balance de la primera helada del año, a la espera de cómo evolucionen las temperaturas, no es malo del todo. «Rebrotarán, estoy seguro. El problema es que la situación se alargue durante dos o tres noches más... entonces sí podríamos hablar de peligro, ya que se verían afectados cultivos incluso más resistentes, como el brócoli, que no tiene casi cobertura del seguro agrario», apuntaba Padilla.

Casi como una bendición

En otras zonas de la Región, el frío -por contra- ha sido recibido casi como una bendición: «Necesitamos entre 400 y 700 horas por debajo de los 7º y no las estábamos teniendo este año», explica desde Cieza otro de los directivos de Coag, José Joaquín Marín. «El frío ha venido perfecto para los frutales, que han podido hacer su parada invernal y acumulan frío para una buena brotación», añade. Nectarina y melocotón verán incrementadas su calidad y calibre gracias a las heladas. En Jumilla y Yecla, las vides también van a ver mejorado su ciclo gracias a la caída de las temperaturas. «Evita enfermedades, y que haya sol de día supone una mejora de la calidad de la añada», explica José Joaquín Marín, enólogo de la cooperativa yeclana La Purísima.

El único peligro en el Altiplano y Cieza es el olivar, aún en proceso de recolección, y al que la persistencia de las heladas más allá de las tres o cuatro horas actuales podría afectar. Sin embargo, los frutales se benefician, «porque al retrasarse la floración, la planta está más protegida de cara a las heladas que aún pueden llegar en febrero y marzo», señala Cándido Jiménez, el responsable de Asaja en Jumilla.

Fin de año gélido

El límite del frío tolerable y beneficioso lo sitúan los expertos en temperaturas por debajo de los -10º que se prolonguen en el tiempo entre tres y cuatro días. La Nochevieja en la Región será «muy fría» y con temperaturas de incluso 4 grados bajo cero en el interior, según avanzó ayer el portavoz de la delegación territorial de Murcia de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Luis Bañón. Para los días siguientes la previsión es que las temperaturas vaya aumentando poco a poco, casi al tiempo que los agricultores recuperan el aliento después de unas jornadas pendientes de ellas.