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Los empleados de la funeraria trasladan el cadáver hasta el furgón.
Muere ahogado al quedar atrapado por un tronco durante el descenso del Segura

Muere ahogado al quedar atrapado por un tronco durante el descenso del Segura

Fernando Ortiz, de 38 años y natural de Murcia, participaba junto a otros tres amigos en la prueba, que el sábado recorrió el cañón de Almadenes

ANTONIO GÓMEZ

Lunes, 28 de julio 2014, 00:30

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La muerte acechaba traicionera bajo las aguas. La tragedia se cebó ayer con una de las pruebas de deporte de aventura más veteranas de la Región, el descenso del cañón de Almadenes. Tras 24 años limpios de accidentes en el recorrido oficial, ayer Fernando Ortiz Valera, de 38 años y natural de Murcia, perdió la vida en el río Segura a su paso por Cieza, mientras participaba en la segunda jornada del XXIX descenso del cañón de Almadenes.

Alrededor del mediodía, la víctima cayó al agua accidentalmente desde su embarcación, perteneciente al equipo 'Va vaa vaaa', y unos 200 metros río abajo, en el paraje conocido como El Ginete, quedó aprisionada en medio del cauce bajo un tronco de árbol sumergido en el Segura, sin que ni sus compañeros de balsa, ni los componentes de otro equipo que navegaba detrás ni la lancha de rescate de la organización pudieran liberarlo y salvarle la vida.

Varios vecinos de las casas de campo de la zona dieron el aviso 112 sobre las 12.02 horas, indicando que el cuerpo que se encontraba en una zona de difícil acceso. Hasta el lugar se desplazaron una UME del 061, agentes medioambientales, bomberos del parque de Cieza, Guardia Civil, Policía Local y miembros de la organización.

Las labores de rescate del cadáver fueron arduas y peligrosas, prolongándose hasta las cinco de la tarde. La fuerza de la corriente, la vegetación de ribera y la ubicación del cuerpo, justo en mitad del río, dificultaron los trabajos para sacarlo del agua. En primera instancia, fueron los bomberos los que, durante más de tres horas, y jugándose literalmente la vida, intentaron liberarlo. Lo consiguieron a medias cuando lograron separarlo del tronco de madera, que flotó aguas abajo. Pero una de las piernas del cuerpo de Fernando había quedado atrapada entre dos grandes rocas del fondo, por lo que se requirió la actuación de buceadores de la Guardia Civil, que llegaron al lugar del suceso a las cuatro de la tarde concluyendo la operación de rescate una hora más tarde aproximadamente.

Ante las dificultades que surgieron, se llegó incluso a solicitar a CHS que realizara las maniobras necesarias para la disminución del caudal en la zona. La Guardia Civil tuvo que pedir apoyo psicológico para los familiares y amigos del fallecido.

La escena era desoladora. Familiares, compañeros de equipo de la víctima y miembros de la organización lloraban sin consuelo a orillas del Segura mientras se trataba de rescatar el cuerpo. No eran capaces de asimilar algo que nadie hubiera imaginado unas horas antes, el sábado, cuando desde la presa de la Mulata, se lanzaron a las aguas agrestes y peligrosas del cañón de Almadenes. Todo transcurrió con absoluta normalidad sin incidentes destacables. Luego llegó la noche en el camping de Los Losares, donde la fiesta fue inolvidable. Resulta irónico que tras salvarse lo más peligroso de la prueba, en la última jornada, la de ayer domingo, cuando solo quedaba ya un recorrido por aguas tranquilas desde el salto de Almadenes hasta el Puente de Hierro de Cieza, la tragedia truncara de manera inexorable lo que iba a ser la culminación de un fin de semana de experiencias emocionantes.

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