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Martínez y Romero (1i y 2i), ayer, en la bancada de la oposición.
Pedáneos y militantes acuden al Pleno para respaldar a la alcaldesa

Pedáneos y militantes acuden al Pleno para respaldar a la alcaldesa

Los exediles populares Romero y Martínez votan a favor de las dos mociones defendidas por su anterior grupo

Jorge García Badía

Viernes, 13 de junio 2014, 01:15

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Andaban algo perdidos y es justificable después de tantos meses, incluso años, ocupando el mismo sitio en el Salón de Plenos. Los nuevos ediles no adscritos, Miguel Romero Valera y Josefa Isabel Martínez Romero, minutos antes de arrancar el Pleno extraordinario de ayer, fueron directos a sentarse a la bancada popular hasta que se percataron de que la alcaldesa y excompañera de filas, Catalina Herrero, había mandado reubicar sus escaños al lado de la oposición.

A pesar de que la sesión era intrascendente porque solo se llevaban dos puntos en el orden del día, el salón presentaba un aforo poco habitual. Solo 48 horas después de la renuncia de los ediles Romero y Martínez al Grupo Municipal Popular, familiares de la alcaldesa, militantes y pedáneos de La Jineta, Rambla Salada y La Garapacha, entre otros, se sentaron entre el público para cerrar filas en torno a Herrero. Lo hicieron para intentar trasladar un mensaje de unidad en el PP local.

Esta puesta en escena es la misma que se vivió en 2011 cuando Matías Carrillo presidió su primer Pleno después de ser condenado por la Audiencia Provincial por compra de votos, y eludió dimitir. Ayer, al igual que antaño, la notable presencia de militantes y pedáneos del PP no aplacó la crisis política porque la minoría popular no se podía disimular.

La bancada del PP presentaba cinco ediles, frente al insólito y poblado aspecto de la oposición con 4 del PSOE, 2 de IU, además de los dos escaños que se habilitaron para formalizar el destierro de los no adscritos. No fue el único momento tenso de la sesión, puesto que ni la regidora ni los ediles populares saludaron a su excompañeros de partido Miguel Romero Valera y Josefa Isabel Martínez Romero.

Durante la votación del orden del día hubo expectación e incidentes. El primer punto podría haber sido rechazado por los ocho ediles de la oposición, por primera vez en once años, pero todos los grupos votaron a favor de modificar las condiciones del préstamo para el Plan de Pago a Proveedores, firmado en 2012, por 1.170.000 euros. De forma que el Consistorio, según fuentes de Hacienda, «se acogerá a una reducción del tipo de interés de 140 puntos básicos, que supondrá un ahorro de unos 50.000 euros».

El secretario intercede

Pero la polémica llegó cuando el PSOE propuso posponer la modificación de la Mancomunidad de Servicios Sociales de la Comarca Oriental. La moción del PP abogaba por cambiar los estatutos y la alcaldesa quiso pasar directamente a votar su iniciativa, sin antes someter a votación la alternativa de los socialistas, que consistía en «dejar el punto encima de la mesa para analizarlo con mayor profundidad, a la espera del pronunciamiento del Gobierno regional».

Fue entonces cuando el secretario municipal tuvo que indicar a Catalina Herrero, por lo bajini, y en dos ocasiones, que había que votar primero la propuesta del PSOE porque de lo contrario podían impugnar el Pleno. En esta votación, los dos ediles no adscritos apoyaron al PP y tumbaron la propuesta socialista, que contó con el apoyo de IU ( 7 votos en contra y 6 a favor).

Acto seguido se aprobó por unanimidad el dictamen popular para modificar los estatutos de la Mancomunidad. Al término de la sesión, el portavoz del PSOE, Alonso Ruiz, criticó «las formas de la alcaldesa que está acostumbrada a gobernar con el rodillo de la mayoría, pero ahora ya no la tiene».

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