Cobacho garantiza el «rigor» y la «independencia» del CES

El nuevo presidente del CES mostró su «gratitud» al presidente de la Comunidad y los miembros de su Gobierno por confiar en él y proponerle para dirigir este organismo. Además, dio las gracias a todas las instituciones y expertos que componen el Pleno (sindicatos, organizaciones agrarias y de economía social, sector de discapacidad, municipios, cámaras de comercio y consumidores, entre otros) por darle unánimemente su apoyo. Dijo Cobacho que el CES, en esencia, es un «heterogéneo grupo de personas generosas que representan intereses dispares y que han querido renunciar a posiciones orgánicas para encontrar puntos de encuentro para actuar como un equipo armonizado a través de la fuerza del consenso».

De la misma forma, quiso glosar la «extraordinaria calidad profesional y humana» de los dos presidentes que le han precedido. Del primero de ellos, Antonio Reverte, señaló que fue «ejemplar» en su etapa de servicio público, «poniendo en marcha y consolidando desde la nada una entidad como el CES que hoy es una referencia en el tejido institucional de la Región». En segundo lugar, calificó a José Luján, actual rector de la Universidad de Murcia, como «compañero y amigo», con una «extraordinaria trayectoria académica y gran gestor en sus años» al frente del Consejo, en los que «mantuvo los principios que Reverte inspiró para afianzar el organismo».

Las cualidades del CES, añadió, «son el resultado de una labor diaria, análisis tras análisis, valorando cualquier actividad como la más importante de las que se pueden realizar». Todo ello, «aplicando siempre los principios que rigen desde el origen de la actividad del CES: el rigor, el empeño en procurar que las reflexiones se sustenten en datos solventes y contrastados, sin perjuicio de que las valoraciones pueden ofrecer puntos de vista diferentes». Además, recalcó la «independencia» del CES al formar sus juicios, la «capacidad para abstraerse del impacto político de sus conocimientos, procurando que sean siempre la simple consecuencia del estudio analítico y razonado de los temas», así como «el esfuerzo por el consenso».

«Pondré lo mejor de mí para no defraudar las expectativas», dijo Cobacho, quien recordó que al CES no se le puede pedir, tal y como dejó claro Reverte en su discurso de toma de posesión, «que corrija la desigualdad social, que solucione crisis industriales, que disminuya el índice de paro o, en suma, que solvente los problemas que acucian a la sociedad». La función del CES «es la de posibilitar la participación y el concurso de los agentes sociales en las decisiones que debe tomar el Ejecutivo regional en la realización de la política económica y social». Y es que el CES «es la voz de la sociedad ante el Gobierno».