El 'casting' del ganado

Comprar toros no es una tarea fácil, pues conlleva realizar una especie de ritual que el empresario de la plaza de toros de Murcia, Ángel Bernal, acostumbra a hacer cada temporada junto a su hijo Ángel. El proceso dura casi diez meses, desde que se eligen las ganaderías que vienen a la Feria de Septiembre hasta que desembarcan los toros dos días antes de cada corrida. Una labor que los Bernal califican como «complicada». «Siempre intentamos traer toros con trapío y calidad, que permitan a los matadores triunfar, lucirse y salir a hombros».

La primera visita

«Visitamos más de una decena de fincas»

Acaba la Feria de Septiembre y Ángel Bernal y su hijo ya están pensando en las corridas del año siguiente. «En el mes de octubre, mi padre y yo nos vamos a visitar más de diez ganaderías, que seleccionamos dependiendo del año que hayan hecho y de si los toros han embestido», afirma el hijo del empresario. Señala que «en cada finca hay tres cercados. Uno con toros para plazas de primera, como Sevilla o Madrid, otro con astados de segunda y un tercero para las ferias menores, como pueden ser las de los pueblos». Una vez que eligen las ganaderías, los Bernal entran a los cercados «de segunda» y escogen diez toros, a los que les harán un seguimiento para ver cómo se desarrollan.

La segunda fase

«El ganadero suele cobrar el día del festejo»

En el mes de enero, Bernal padre e hijo viajan de nuevo a las fincas para observar cómo se encuentran los toros que eligieron en octubre. «Los supervisamos, y si hay que cambiar alguno, se cambia. Puede ser que algún toro no nos convenza o no se haya desarrollado bien», cuentan. La tercera vuelta por las ganaderías la dan en el mes de abril. «Solemos ir a Sevilla, y cuando estamos allí, en plena Feria de Abril, aprovechamos y hacemos otro repaso a los toros». Por otra parte, el empresario del coso murciano abona el dinero que le cuesta la corrida el mismo día del festejo. «Los ganaderos cobran, normalmente, en cuanto se embarcan los toros en la ganadería, pero nosotros tenemos una relación muy estrecha con todos ellos. Son ya muchos años», destaca con orgullo el hijo de Bernal. Cada uno de los toros que se lidian en La Condomina puede llegar a costar 7.500 euros.

Agosto, el mes clave

«Nos acompaña un veedor; es esencial»

El verano llega y ya está presentado el cartel con las ganaderías y los matadores que vienen a la feria. Mientras tanto, los Bernal están pendientes de que los festejos se desarrollen «a la perfección», por lo que visitan, de nuevo, las fincas, esta vez con un veedor que supervisa los toros y se encarga de comprobar que los animales no tengan ninguna lesión ni defecto. «El veedor es una figura esencial. Nos acompaña por el campo, vemos los toros... Nos cercioramos de que los animales están bien y de que van a llegar en perfectas condiciones a la plaza, porque es lo verdaderamente importante», asegura Bernal.

«Siempre intentamos comprar los mejores astados. Siempre. Pero no podemos olvidar que los toros son como los melones: no sabes si te van a salir buenos o malos», recalca el hijo del empresario.

Pasado un mes, el aroma a fiesta llega a la ciudad de Murcia. Ya es septiembre y comienzan las corridas de toros. Los ganaderos embarcan los astados y los animales llegan a la plaza dos días antes de cada festejo. Los toros, esos animales bellos y únicos.