Revuelta hormonal adolescente

Pablo Alborán es la gran estrella del pop romántico español en la actualidad. No la revelación, la irrupción fulgurante, el justificado aspirante o alguien que llega pisando fuerte, sino la auténtica gran superestrella del pop 'mainstream' español. Son los fríos datos los que lo afirman con rotundidad. En los últimos cinco años no hay nadie en nuestro país que haya vendido tantos discos, que haya acaparado tantas reproducciones y descargas o que se haya instalado con semejante insolencia en el nº 1: un total de 60 semanas, entre sus tres álbumes de estudio.

Solo del último ('Terral', noviembre 2014) ya lleva obtenidos seis discos de platino y 41 semanas después todavía sigue aupado al podio de la lista de ventas, si bien ahora desde el tercer escalón. Esta noche actúa en Murcia, aunque casi huelga señalar que no quedan entradas desde hace meses, desde muy poco después de ser puestas a la venta. A primeros de semana ya había adolescentes acampados en la puerta del Cuartel de Artillería, seguramente ansiosos por presenciar un directo que el propio Alborán definió así en su reciente entrevista con M. Carmen Suárez para 'La Verdad': «Son dos horas de concierto en las que sucede de todo. Desde un importante espectáculo visual, hasta risas, bailes, buen rollo, jazz, música africana, ritmos latinos, flamenco, rock... Y mucha emoción. Cada canción es un mundo dentro de otro mundo. Intentaremos parar el tiempo entre todos y olvidarnos de los problemas».

Lo de Alborán fue llegar y besar un santo que ha seguido bendiciéndole gracias a esa plegaria llamada trabajo. Tampoco es que le haya faltado apoyo y promoción. Recuerdo la Nochebuena de 2013, con el biznieto del Marqués de Alborán copando parrillas televisivas y protagonizando todo un especial en TVE 1 nada menos que en tan señalada -y nada barata- fecha. Claro que la inversión debía estar justificada, después de la repercusión obtenida con sus primeros discos, 'Pablo Alborán' (2011), el directo 'En acústico' (2011) y 'Tanto' (2012), todos ellos auténticos pelotazos de gran repercusión, como en realidad han sido todos sus trabajos desde que lo agarrara el productor Manuel Illán y le diseñara una carrera de ensueño que contó con padrinos como Diana Navarro y Sergio Dalma. Pese a lo apabullante de tal éxito comercial, el malagueño de 26 años opina que hay que mantener siempre la mente abierta y el crecimiento como objetivo continuo, no considerándose adscrito a ningún estilo o género concreto salvo al que le guían sus propios pasos. «No he seguido nunca un estilo concreto. Mis discos no tienen nada que ver unos con otros y los conciertos, menos. A nivel de producción por supuesto que hay que innovar, hay que buscar gente nueva, nuevos géneros, nuevos sonidos... Viajar y trabajar con gente que no tenga nada que ver con tu estilo. Nunca hay que dejar de aprender».

Su último álbum -y ya advierte que pasará no poco tiempo antes del próximo- parece ser del que más satisfecho se siente. «'Terral' es el primer disco en donde he podido producir, arreglar y sentir que estoy en cada nota de cada canción. Es un disco muy honesto, personal y donde se dicen cosas que en otros discos no decía. No todo es amor y desamor, y si hablo de ello es desde un punto de vista real, no fantasioso». La gira, que esta noche hace escala en Murcia, le llevará al continente americano a partir de noviembre. No es la primera vez, pero parece que las ilusiones transatlánticas están renovadas. Aquel mercado es demasiado jugoso como para no intentarlo. «Voy con mucha ilusión y con respeto. Será una gira más intimista, pura y acústica. Quiero que me conozcan desde las entrañas. La idea es que entre mi banda y yo consigamos acercarnos aún más al público y dejar que nos descubran. No sabes las ganas que tengo de llevar mi bandera malagueña a donde me dejen».

Y luego a descansar. ¿O qué? «Todos los días medito. ¡Hay que hacer el ejercicio de buscarse y reencontrarse! El descanso ya está apuntado con tinta imborrable en el calendario, en enero se cierra el ciclo. Me centraré en los proyectos que tengo en Estados Unidos, Francia, Canadá y Latinoamérica y, en paralelo, prepararé con mucha calma y con mucho descanso mis canciones para un disco que tardará en salir». Pero antes, esta misma noche, le espera Murcia. Las hormonas adolescentes están viviendo una revuelta. «En Murcia he sentido mucho amor. Agradezco el privilegio de poder volver y volver. Hay mucha pasión en Murcia».