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Fotografía antigua del Puente Viejo, con el Parador del Rey, hoy reconstruido.
Un casco histórico menguante

Un casco histórico menguante

Urbanismo revisará el plan especial del centro, ya que al menos 24 edificios protegidos han desaparecido

Manuel Madrid

Viernes, 9 de diciembre 2016, 00:32

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El centro histórico no es ni una sombra de lo que fue. Pese a su declaración en 1976 como Monumento Histórico-Artístico, el Plan Especial del Conjunto Histórico-Artístico de Murcia (Pecha) no ha conseguido su fin último: preservar la monumentalidad del corazón de Murcia, con sus construcciones más distinguidas. Unas siguen en pie, muchas aguantan de aquella manera, y otro montón de ellas, que acabaron en la ruina, hace tiempo que desaparecieron. La normativa urbanística y de protección del patrimonio no ha servido para preservar el centro tal y como fue valorado en aquel decreto de los años 70. Al final va a ser cierto, según teme la edil Ángeles Moreno Micol, que Murcia no tiene más atractivos que la Catedral, el Casino, el Teatro Romea, el Ayuntamiento, el Palacio Episcopal y la Universidad. «Todos ellos son edificios públicos, pero, ¿y los edificios civiles? Esos no existen».

Gracias a una moción de Ahora Murcia, que fue aprobada en el pasado Pleno de noviembre, el Ayuntamiento revisará el Pecha, que incluye 550 elementos. En las últimas dos décadas han desaparecido al menos 24 a los que la ley daba protección, solo sobre el papel. La mayoría de ellos eran de propietarios privados. De ellos, 18 fueron demolidos después de la aprobación del Pecha, que se incorporó al Plan General de Ordenación Urbana (2001): Gobierno Militar (hoy sede del Consejo Jurídico de la Región); Platería, 31; Palacio Meoro de Santa Eulalia; Edificio López Briones; Palacete Ponce del Malecón; Alfaro, 8; Andrés Baquero, 12; Arquitecto Cerdán, 4; Polo de Medina, 2; Riquelme, 1; Sagasta, 46 y 48; Santa Eulalia, 1; Sardoy, 1; Serrano Alcázar, 5; Trapería, 8, 36 y 38; Verónicas, 12. Otros seis inmuebles que aparecen en el Pecha ni existían cuando se elaboró este documento, según denuncia la edil Ángeles Moreno Micol: el Torreón del Parador del Rey, en el Puente Viejo, donde luego se hizo una imitación; un edificio ecléctico de la calle Ángel Guirao; Frenería, 11 y 13; Platería, 33; Ceballos, 8; y Pilar, 10.

Según Moreno Micol, la importancia de estos edificios era formar parte de un conjunto. Ahora que no están, Ahora Murcia quiere saber quiénes son los responsables últimos de esas demoliciones: «Todos tenemos derecho a saber qué está pasando en Urbanismo. Si al Pecha le vamos quitando elementos, llegará un momento en que el conjunto histórico será tan pobre que parecerá ridículo. Salvo iglesias y edificios públicos, apenas hay edificios civiles ya».

En un entorno BIC

La mayoría de inmuebles que pasaron por la piqueta estaban en entornos considerados Bien de Interés Cultural. Para la revisión del Pecha aprobada en el Pleno, la Concejalía de Urbanismo debe aportar un informe detallado sobre la desaparición de esos elementos, y especificar los expedientes tramitados para su eliminación, o declaración de ruina, las sanciones impuestas, expedientes de licencia de nuevas construcciones y las autorizaciones o informes de la administración autonómica.

El concejal de Urbanismo, Antonio Navarro, asegura que los procedimientos administrativos no se han saltado la ley, y que se han seguido los trámites para las declaraciones de ruinas y se ha consultado a la Consejería de Cultura. La socialista Begoña García Retegui recuerda que por culpa de la negligencia de las administraciones públicas la Cárcel Vieja perdió la cúpula del panóptico, que era uno de sus elementos más valiosos. «Se han tomado muchas decisiones de naturaleza política, no técnica, y no se han impedido tropelías con el patrimonio y el Pecha», lamenta Retegui, que se queja de que sea más cómodo el derribo que la rehabilitación.

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