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Con el chaleco azul los miembros de la Unidad de Protección Civil del Ayuntamiento especializada en atención psicosocial, con policías locales de la EPAF.
Tres de cada diez víctimas de la violencia de género tienen menos de 30 años

Tres de cada diez víctimas de la violencia de género tienen menos de 30 años

Veinticinco psicólogos y trabajadores sociales de Protección Civil se suman al dispositivo de atención los fines de semana y festivos

Manuel Madrid

Viernes, 11 de noviembre 2016, 01:21

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La violencia de género se da en cualquier cultura, en cualquier sociedad y en cualquier momento. No hace distingos. Las víctimas pueden ser cultas o analfabetas, pobres o ricas, jóvenes o no tan jóvenes. Todas, ante una emergencia, necesitan la misma ayuda, en muchos casos una atención psicológica o la simple compañía de alguien que les ayude a comprender la situación y remontar, pese a las secuelas. Yousra Khafifi, 20 años y estudiante de Trabajo Social de la UMU, es una de las 25 voluntarias de Protección Civil del Ayuntamiento que, gracias a un convenio con la Comunidad Autónoma, atienden a víctimas de violencia de género y las acompañan en situaciones de emergencia todos los fines de semana y festivos del año. Yousra ayuda como traductora de árabe. Maneja el idioma con soltura -tiene orígenes marroquíes-, y colabora como intérprete cuando esta unidad es reclamada por el 112.

  • Equipo multidisciplinar

  • mujeres fueron atendidas en 2015 por el Equipo Municipal de Atención a Violencia de Género (Emavi), de las que el 26% eran menores de 30 años; 11 necesitaron asistencia jurídica y 89 psicológica.

  • Balance

  • intervenciones ha realizado en lo que va de año la Unidad Especializada de la Policía Local para combatir la violencia de género, con asistencia inmediata en situaciones de emergencia, traslados, asesoramiento, acompañamiento y seguimiento de las órdenes de alejamiento. En 2015 fueron 335.

  • Ayuda inmediata

  • teléfono de emergencias desde el que se activa la atención especial.

«Muchas veces nos encontramos con que la mujer atendida no domina el español y nuestro instrumento de trabajo es el lenguaje, sin él no se puede abordar ninguna situación, y me toca ser su voz», resalta Yousra, que realiza este trabajo desinteresadamente tras formarse como voluntaria de Protección Civil. Está adscrita a la Unidad de Atención Psicosocial en Emergencias, un equipo que participó en 2015 en 20 asistencias a mujeres maltratadas. En lo que va de año ya han realizado 33 intervenciones, un incremento que la concejal de Derechos Sociales, Conchita Ruiz, achaca a una mayor implicación de estos voluntarios.

El alcalde, José Ballesta, y la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, acompañados por Manuel Durán, director general de Emergencias, incidieron ayer en la necesidad de educar a la sociedad en igualdad, haciendo especial hincapié en los adolescentes y jóvenes, puesto que un 26% de las 295 mujeres atendidas el año pasado por el Equipo Municipal de Atención a la Violencia de Género (Emavi) eran menores de 30 años. Por su parte, la unidad especializada de la Policía Local (EPAF) realizó 335 intervenciones entre enero y agosto de 2015, mientras que en ese periodo de 2016 se registraron 349, con un incremento de las actuaciones por delitos de violencia de género, que han pasado de 67 en 2015 a 75 en 2016, y de conflictos privados, de 222 a 245, mientras que los delitos de violencia doméstica han pasado de 46 a 29.

Entre los miembros de Protección Civil que dan cobertura a las víctimas de violencia de género hay psicólogos y trabajadores sociales especializados en intervenciones en crisis, que asisten a las mujeres y a sus hijos, ya que en muchos casos el maltrato se extiende a los menores. Juan José López, funcionario de la universidad, lleva 26 años colaborando con Protección Civil. Hoy es el subcoordinador general y jefe del área de formación y de la Unidad de Atención Psicosocial. «Lo que nos guía es el altruismo y la solidaridad. Cuantas más fiestas haya nosotros trabajamos más, porque nos dedicamos a esto en nuestro tiempo libre, es una adicción positiva», entiende López, quien cree que para este trabajo hay que tener una sensibilidad especial. «Todo el mundo cabe, pero hay que tener un perfil específico, porque tenemos la vida de gente en nuestras manos y hay mucha responsabilidad en los tratamientos. Somos voluntarios, y profesionales en lo que hacemos».

Estos voluntarios trabajan en momentos críticos con completa seguridad. «No vamos a entrar cuando haya un agresor dentro de la casa. Para eso está la Policía Local. Somos un equipo multidisciplinar coordinado y lo que más hacemos es acompañamientos a comisaría a poner las denuncias, a los hospitales para conseguir un certificado médico, a los juicios rápidos, al punto de encuentro para el intercambio de menores. Cada caso es un mundo. En función de cada situación intervenimos de una manera u otra», añade Yousra.

«Con estudios y sin estudios»

Pilar Gómez y María Victoria López, psicólogas de esta unidad, explicaron ayer que cuando el 112 contacta con Protección Civil del Ayuntamiento se les facilita información esencial (si la víctima está en comisaría, si ha puesto denuncia, si está en su domicilio o en casa de un familiar), accediendo a su esfera privada de la forma menos traumática. El propósito es que la intervención sea eficaz y que la víctima reciba una atención integral, ofreciéndole todos los recursos a su disposición, desde la asistencia sanitaria a la jurídica. Por ejemplo, se les informa de que el Consistorio tiene a su disposición dos casas de acogida y un piso tutelado, donde el año pasado fueron acogidas 5 mujeres y 9 menores. Otras cinco mujeres y 6 menores fueron alojados en el centro de emergencias de la Comunidad. «Incidimos a las víctimas en que vayan a la trabajadora social, y hacemos un seguimiento», explican Pilar y María Victoria. «Nos encontramos con gente con estudios y sin estudios, nacionales y extranjeras, mayores y jóvenes. Esto pasa en cualquier estrato social». Álvaro Pérez, estudiante de Criminología y conductor, recuerda que en cada emergencia acude un psicólogo y otro técnico que puede ser trabajador social y, a veces, un alumno en prácticas.

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