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La abstención del PSOE permite al PP aprobar las ordenanzas fiscales

El Pleno extraordinario ratifica la congelación de impuestos, tasas y precios públicos, y otras medidas sociales como la eliminación de copagos

Manuel Madrid

Jueves, 10 de noviembre 2016, 01:43

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A Eduardo Martínez-Oliva le ha llevado casi medio año sacar adelante la modificación de las ordenanzas fiscales, una potestad que corresponde, si quiere, al equipo de gobierno, que en este caso ha tenido la iniciativa de proponer, por tercer año consecutivo, una congelación de todas las tasas, precios públicos y tributos municipales (IBI, sello del coche, plusvalías, ICIO).

Dos semanas después de lo previsto -en el último Pleno quedaron sobre la mesa a la vista de que no había suficiente apoyo-, ayer el PSOE no fue obstáculo para que el PP pudiera aprobar, en solitario, las nuevas ordenanzas. El Gobierno local tiene 12 concejales, frente a los 17 de la oposición, pero el PSOE (6) se abstuvo. José Ignacio Gras (PSOE) fue objeto de críticas feroces de Ciudadanos, Ahora Murcia y Cambiemos, que votaron en contra.

Para Martínez-Oliva, las ordenanzas «más sociales» del Ayuntamiento suponen «un respiro en la economía diaria» de los vecinos, pensando especialmente en los vulnerables.

Gras justificó la posición del PSOE en que su partido ha logrado introducir modificaciones significativas en las ordenanzas fiscales que supondrán un desahogo al bolsillo de miles de murcianos. Entre esas medidas, la eliminación de los copagos en los servicios de teleasistencia, respiro familiar y ayuda a domicilio, la introducción de nuevas bonificaciones para desempleados -podrán llevar gratis a sus hijos a las piscinas municipales en verano-, o la reserva de un fondo (250.000 euros) para ayudar a familias que no pueden hacer frente al pago del IBI.

Gras se preguntó si no es política progresista la reducción del 50% de la tasa de bodas e inscripción en el registro de uniones civiles para parados, la eliminación de la tasa por instalar barras en fiestas de pedanías, la eliminación de la tasa por cambios de titularidad en la licencia municipal de actividades, o la derogación de la tasa de basuras para 5.500 familias sin recursos. «Mejorar la vida de las personas es el norte de la política socialista. Eso es política social, no son juegos florales».

El portavoz de Ciudadanos, Mario Gómez, defendió una rebaja real de los impuestos y una mejora de los servicios en beneficio de los murcianos, «no paños calientes». Justificó el voto en contra de su grupo al considerar «poco ambicioso» el proyecto de ordenanzas del PP. «No nos habríamos ido tranquilos a casa votando a favor de unas ordenanzas cojas, insuficientes; y sabiendo que, habiéndose podido hacer más, no se ha hecho». Atacó al PSOE por su «falta de responsabilidad», y calificó de «reparto de limosnas» la negociación con el PSOE. Gómez criticó al Gobierno de Ballesta por gastarse el dinero público «en obras faraónicas, y en satisfacer sus proyectos personales» y exhibió un ejemplar de la Constitución Española para recordar al PP que los concejales «tenemos derecho a participar en los asuntos públicos». El PP recogió la propuesta de Ciudadanos de rebajar el precio de las escuelas infantiles, de modo que el Consistorio dejará de ingresar cerca de 300.000 euros, y una rebaja del IBI a los solares cultivados.

Luis Bermejo (Ahora Murcia) reivindicó un modelo fiscal progresivo y una carga impositiva justa, y mayor rigor y seriedad en la tramitación, y criticó que se haya negociado en pasillos «como mercaderes fenicios». Sergio Ramos (Cambiemos) dijo que el PSOE con su abstención deja de ser oposición, y lamentó que el PP dé «un enroque caritativo» a unas ordenanzas con «una fiscalidad injusta».

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