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Manuel Madrid
Domingo, 2 de octubre 2016, 09:26
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El primer debate del estado del municipio se celebra mañana en el Salón de Plenos como novedad en este mandato con muchos deberes sobre la mesa: mejorar los servicios y la autonomía de los barrios y pedanías; abaratar y potenciar el transporte público; traer a Murcia el AVE soterrado; abrir el aeropuerto de Corvera; revalorizar el río y la huerta como elementos identitarios de Murcia, la recuperación del patrimonio histórico... Pero la realidad tiene sus prismas, y cada partido dibujará un panorama y aportará soluciones combinando el sentido común con su ideología. En el fondo, los ciudadanos y su entorno.
El alcalde de Murcia, José Ballesta, inaugurará la sesión con una intervención de 45 minutos en la que presentará su proyecto de ciudad, «que no es mío sino nuestro, de toda la sociedad murciana». Hablará de las propuestas planteadas en el Consejo Social de la ciudad por más de medio centenar de asociaciones y colectivos consultados. «Hoy la diferencia entre las ciudades está entre aquellas que tienen un proyecto y las que no», sostiene Ballesta, que no esquivará la autocrítica tras 16 meses con el bastón municipal.
El proyecto de ciudad que defiende el PP está basado en cuatro ejes. Un modelo territorial que pretende mejorar la calidad de vida de los murcianos, y en el que se ha avanzado en este tiempo con la redacción y licitación de proyectos incluidos en el Plan de Acción de la Huerta y Murcia Río, en la recuperación de espacios públicos (Cárcel Vieja, San Esteban, Palmeral de Zaraíche), y el impulso a la movilidad sostenible (está ya preparada la fase de exposición pública del plan para peatonalizar Alfonso X; instalación de toldos en el centro; red de carriles bici, ya en licitación; nuevos aparcamientos disuasorios de pago), y a la ciudad habitada (limpiezas de choque, Oficina del Grafiti, mapa de ruidos de ocio); un modelo productivo que busca para la Murcia del siglo XXI premiar el talento y la creatividad (incentivos fiscales, simplificación administrativa, ayudas a los emprendedores, dinamización comercial); un modelo social «que viene muy bien expresado en el concepto de derechos sociales, porque esto no es una cuestión caritativa, solidaria o de política social» (cláusulas en la contratación pública, guardería de La Paz, plan municipal de accesibilidad universal, red para la inclusión); y un modelo cultural, «porque concebimos la cultura como elemento transversal y fundamental».
El regidor quiere rendir cuentas ante la ciudadanía, y afirma que ninguna de las actuaciones que ha puesto en marcha su equipo estaban descoordinadas: «No hay nada de improvisación, todo está pensando y articulado en ese modelo de ciudad». Ballesta pide a los murcianos que levanten la cabeza: «Lo que quiero es que elevemos la mirada y tengamos una visión a medio y largo plazo. Hemos venido aquí a transformar esta ciudad, y lo estamos haciendo arriesgando. No hemos venido a contemporizar, o a estar, o a permanecer. Preferimos hacer y equivocarnos que no hacer y equivocarnos».
Los portavoces de la oposición intervendrán después del alcalde, con 20 minutos por formación. A continuación habrá una réplica de Ballesta de 25 minutos, y una respuesta de los grupos de 5 minutos cada uno. Finalmente, cerrará la sesión el primer edil con 10 minutos de prédica.
Más calidad democrática
José Ignacio Gras (PSOE) considera que todo debate es «una mejora democrática», y pensando en los ciudadanos se pregunta si los murcianos están percibiendo el cambio. «Para eso hay que analizar de dónde partimos y a dónde vamos, el modelo de ciudad al que quisiéramos ir caminando, pero en ese intervalo hay que reconocer que la oposición ha jugado un papel fundamental para conseguir cosas». El PSOE apoyó los presupuestos de 2016, contribuyendo a mejorar la vida de las pedanías destinando más recursos, y ha promovido la revisión del Plan General y de grandes contratos. «Quiero analizar las faltas y omisiones, y me detendré en la política anuncio, algo que es muy negativo desde el punto de vista de la calidad democrática».
En el modelo de municipio de Ciudadanos, según su portavoz, Mario Gómez, debe primar una gestión basada en la cercanía, la igualdad, la participación, la eficacia y la transparencia. Estos aspectos son «básicos e irrenunciables», dice Gómez, para la prestación de los servicios públicos. La formación exige «total participación» en las decisiones. «Queremos ciudadanos de primera, sin distinción. A igualdad de obligaciones, igualdad de derechos y servicios. Nuestra vida cotidiana no debería verse mermada en función de la distancia a La Glorieta», apunta Gómez, quien espera que el debate sirva para identificar errores, subsanarlos y dar respuesta a problemas y demandas de los barrios y pedanías. En definitiva, frente a propuestas, hechos.
Alicia Morales (Ahora Murcia) hace hincapié en la corrección de desigualdades: «Existen muchas Murcias dentro de Murcia, con unas diferencias demasiado grandes entre ellas a nivel económico y social. La riqueza y los servicios están muy mal distribuidos entre el centro y las pedanías y entre el Norte y el Sur del municipio». Morales cree que Ballesta ha perdido 16 meses: «El PP se basa exclusivamente en la propaganda y las promesas, sin avances reales. Hablamos del transporte, el patrimonio, la huerta, los recursos sanitarios, el estado de los colegios, la ausencia de un plan de vivienda municipal... Pedimos a Ballesta que se quite las gafas de la realidad virtual y afronte con seriedad los problemas de los murcianos».
Nacho Tornel, portavoz de Cambiemos, se pregunta si la visión que tiene Ballesta de un municipio ideal es la que tiene el resto del mundo. «Solo piensa en el centro, pero la ciudad se extiende más allá de Santo Domingo». Lamenta la incapacidad para poner en marcha grandes infraestructuras, como la regeneración del entorno de las vías soterradas y la rehabilitación de barrios como La Paz. También echa de menos un Plan de Movilidad que no se limite solo a bajar el precio del bus, y la falta de control en empresas públicas como Emuasa.
Reducción de la fiscalidad
La Confederación Regional de Organizaciones Empresariales (CROEM) hace hincapié en la necesidad de consolidar las medidas de simplificación administrativa para acelerar proyectos de inversión y creación de nuevas empresas, y exige una unión de la Corporación en materia de infraestructuras, fundamentalmente en el AVE. CROEM demanda una reducción de la fiscalidad «con especial énfasis en empresas, colectivos desfavorecidos y familias numerosas».
El presidente de la Cámara de Comercio, Pedro García Balibrea, valora como un paso importante la concreción de proyectos recogidos en la estrategia de ciudad Murcia 2020, que supone la definición de un modelo de ciudad que reivindica su huerta, su río y que recupera sus espacios comunes y su patrimonio; una ciudad que da oportunidades para vivir y trabajar y que alienta la participación y la colaboración como herramientas básicas. Una de las reivindicaciones de la Cámara es un Recinto Ferial, «como agente dinamizador de la economía en su vertiente comercial, turística y de promoción regional para competir con las demás capitales de provincias españolas». Balibrea recuerda que Murcia ya contó con la FICA, «un referente para la historia empresarial de Murcia y para el sector conservero mundial», y espera que se imprima «un impulso definitivo que lo haga realidad».
José Luis Marco, presidente de la Federación de Asociaciones Vecinales, cree que se está trabajando «muchísimo» para tener una ciudad amable y participativa, y pide un esfuerzo para mejorar la limpieza viaria. «A veces hay mucho más ruido que nueces». Cita el problema de los ruidos, una asignatura pendiente, e incide en la necesidad de mayor educación cívica. «Ha mejorado un poco el botelleo, porque el Ayuntamiento está encima». Cree positivo que se modifique el Reglamento de Participación Ciudadana, que haya presupuestos participativos y la elección directa de pedáneos en ua tercera urna. Las asociaciones reclaman el soterramiento integral y la alta velocidad en Murcia.
¿Qué rumbo tomará el municipio? «El que deseen los murcianos», resuella Ballesta con ánimo constructivo.
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