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De fiesta en Guadalupe. Años 50.
Aquellas mujeres huertanas

Aquellas mujeres huertanas

El auditorio de Algezares acoge este jueves las primeras jornadas sobre oportunidades y retos de la mujer rural, en su día internacional

M. C. RAMÍREZ

Martes, 20 de octubre 2015, 10:51

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Aquellas mujeres eran madres, abuelas, hermanas, hijas, nietas. Eran huertanas, amas de casa, costureras, trabajadoras, cocineras. Eran feligresas, vecinas, devotas. Eran muchas cosas menos mujeres. Aquellas mujeres apenas conocían la diversión, coto privado de los hombres. Porque ellas no eran de tabernas, ni de juegos típicos. De vez en cuando iban a los bailes, en las fiestas del pueblo. «Se les permitía participar en Autos de Reyes Magos y en actividades religiosas. Pero no podían entrar en cuadrillas o campanas de auroros», recuerda Tomás García, documentalista. Las más afortunadas eran camareras de los santos y eso les acercaba más a su propia santidad, aunque la tuvieran ganada con creces por el hecho de ser mujeres en una época determinada.

  • 11.oo horas. Ponencia Marco. 'La mujer en el campo y la huerta', a cargo de María Luján Ortega, documentalista.

  • 11.45 horas. 'Identidad o identidad crítica. El caso de mujeres con raíz', por Ana Isabel Ponce Gea, Universidad de Murcia.

  • 12.30 horas.

  • Mesa redonda. 'Retos y oportunidades de las mujeres de Murcia en la Huerta y el medio rural'.

  • 17.00 horas. 'Fotoperiodistas del siglo XXI. Fotografía, patrimonio y tradición'. Gloria Nicolás.

  • 18.00 horas. Clausura. Actuación del grupo 'Mujeres con Raíz'.

Aquellas mujeres eran el complemento perfecto del huertano. Les ayudaban en el campo, si él lo requería. Les cuidaban la casa, criaban a sus hijos, futuros huertanos, y daban de comer a los animales. Muchas de aquellas mujeres incluso trabajaban fuera, en las fábricas de la seda o la conserva y con sus sueldos podían permitirse «ciertos caprichos en la casa, como una vajilla nueva, unos vasos o algún complemento de ropa que acompañaban a aquellos trajes que ellas mismas cosían para toda la familia».

Aquellas mujeres lavaban en las acequias, «con aguas frías y dedos llenos de sabañones». Y rezaban, mucho, porque eran muy devotas, y la iglesia las tenía sometidas a un férreo control contra el pecado. Y lloraban, porque perdían hijos o marido y solo les quedaba enlutarse y rezar. Y aunque aquellas mujeres no hacían más que sufrir, ellas han forjado la historia de la Huerta. Ellas han trasmitido el cancionero tradicional. Han mantenido y divulgado la gastronomía murciana. Ellas fueron las artífices de las boyantes industrias de la seda y la conserva. Ellas han enseñado cuentos, leyendas y relatos de la Murcia antigua. Y ellas han sido médicas, maestras y psicólogas de sus familias, forjando al murciano de hoy en día.

Por ellas, por las de ayer y las de hoy, este jueves día 15 se celebra en el auditorio de Algezares el primer día de la Mujer Rural. «Murcia, con las pedanías, tiene un 60% de mujeres rurales y el municipio nunca conmemoraba este día. Comenzamos este año pero con la intención de hacerlo en años sucesivos», destacaba Conchita Ruiz, concejal de Derechos Sociales, quien presentará las jornadas junto al redactor de 'La Verdad' y cronista de Murcia, Antonio Botías.

Conferencias en las que se trata de recordar a aquellas mujeres y poner encima de la mesa la situación de sus descendientes. Charlas para reivindicar la igualdad entre ellas, las del campo y las de la ciudad, destacando que ambas se merecen las mismas oportunidades, vivan en las pedanías o en el mismo centro de Murcia. Y retos, los que tienen por delante las jóvenes y las no tan jóvenes. Las primeras, para ser lo que quieran ser, las segundas para poder ser lo que quisieron ser. «Queremos incidir en la igualdad y hablar de las herramientas que tienen en sus manos para poder hacer lo que quieran», destaca Ruiz. «Pero también mirar atrás y hacer un homenaje a aquellas mujeres que lucharon hace décadas y trabajaron tanto por la Huerta. Porque la conclusión principal puede ser que ellas hicieron una labor fundamental para que el hombre pudiera progresar».

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