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Voluntarios que participaron en la jornada de recogida de residuos en La Escudera, organizada por Huermur y Coastal Cleanup España.
Huermur achaca a la falta de conciencia ambiental el deterioro de las regueras

Huermur achaca a la falta de conciencia ambiental el deterioro de las regueras

La limpieza selectiva en un tramo de la acequia mayor Alquibla reveló la presencia de residuos «altamente peligrosos» como pilas y uralitas

Manuel Madrid

Lunes, 22 de diciembre 2014, 00:22

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¿Somos responsables con nuestro entorno natural? ¿Conocemos el daño ambiental que causamos arrojando residuos a las acequias y a los ríos? Los voluntarios de la Asociación para la Conservación de la Huerta (Huermur) han confirmado sobre el terreno la falta de conciencia de los murcianos en una reciente limpieza selectiva realizada en la acequia mayor Alquibla, en el entorno de La Escudera, junto a Puebla de Soto, donde se encontraron residuos «altamente peligrosos» para la salud como uralitas, pilas y medicamentos. En solo una jornada, en un tramo concreto de 15 metros, se extrajeron del cauce 130 kilos de pequeños residuos, aunque muy contaminantes.

  • Cuándo y dónde se hizo.

  • En la acequia Mayor Alquibla, en el entorno de La Escudera, entre Puebla de Soto y La Raya el 13 de diciembre. Participaron 12 voluntarios, que limpiaron 15 metros de cauce y recogieron 130 kilogramos de residuos en total, y 1.537 residuos -se contaron por separado-.

  • Tipo de residuos.

  • Los objetos más comunes encontrados en esos 15 metros de acequia fueron envoltorios de comida, botellas de plástico, bolsas de comestibles, otras bolsas de plástico, vasos y platos de plástico, envases de comida para llevar, colillas de cigarrillo, taparroscas y corcholatas. Otros residuos también identificados son materiales de construcción, encendedores, prendas de vestir y zapatos. Había residuos inferiores a 2,5 centímetros (pedazos de Unicel, pedazos de vidrio y plástico); materiales de empaque (contenedores para 6 latas, botellas de aceite y cloro, cintas de embalar, paquetes y envoltorios de tabaco); elementos de higiene personal como pañales y toallitas de bebé, y envases de medicamentos; y objetos «de preocupación local», como trozos de papel de aluminio, trozos de papel o cartón, palillos de Chupa-Chups, bastoncillos de oídos, aerosoles (como pintura y desodorantes) y bidones de plástico. Y otros como tetrabrick, cuchillas, restos de cajón de plástico para frutas y uralitas.

  • Quién organiza.

  • Huermur ha contado para esta iniciativa con la colaboración de International Coastal Cleanup España, Jardines del Mundo, Ocean Conservancy, Ambiente Europeo e Impulsa. Muchos de los elementos que se arrojan a las acequias acaban en los mares.

En total, 1.537 elementos, de los que 433 eran bolsas de comestibles de plástico, 178 botellas de plástico, 126 envoltorios de comida (golosinas y frituras) y 67 envases de comida para llevar. En cantidades más testimoniales encontraron 37 botellas de vidrio, 52 latas de bebidas, 14 vasos de plásticos, 21 prendas de vestir, 7 zapatos y 43 materiales de la construcción. También aparecieron restos de carcasas de electrodomésticos, macetas de plástico, una tubería grande de uralita (de 10 kilogramos aproximadamente), botellas de aceite y cloro, envoltorios de tabaco, colillas, cintas de embalar, toallitas de bebé, pañales, envases de medicamentos, trozos de papel de aluminio y trozos de cartón.

José Antonio Moreno, miembro de Huermur, anima a pararse a pensar qué es lo que estamos haciendo con nuestro entorno natural más cercano del que somos más responsables. «Si paseas por la huerta enseguida te das cuenta de la gran cantidad de basuras y escombros que se acumulan en muchos sitios y que principalmente proceden de los hogares. Además del daño medioambiental, muchas de estas basuras son altamente peligrosas para la salud», alerta. «Por lo que hemos podido observar, las acequias y las ramblas son lugares muy utilizados para arrojar estas basuras porque puede parecer que son terreno de nadie». Pero el agua de estos cauces termina conduciendo gran parte de esos residuos al río y al mar. «También en antiguos huertos abandonados, en el margen de caminos o en las acequias entubadas es habitual encontrar gran cantidad de escombros procedentes de pequeñas obras», repara Moreno.

«Montones de bolsas»

Analizando los datos obtenidos por Huermur en esta jornada con voluntarios, la basura que se ha encontrado en mayor cantidad en las acequias y en el río son bolsas de plástico. «En unos pocos metros hemos llegado a encontrar más de cien. Incluso, rascando el fondo del río salían montones de bolsas enredadas en el rastrillo. Es impresionante cómo las bolsas de plástico lo han invadido todo. No se entiende esta situación cuando en la actualidad existen alternativas a las bolsas de plástico, por lo que creemos que su uso debería de regularizarse con el fin de evitar el daño medioambiental que estamos causando al entorno».

A las bolsas de plástico le siguen en cantidad los envases de alimentos, botellas de plástico y latas. «En Huermur creemos que los ciudadanos y la Administración no somos conscientes del problema generado por la sociedad y agravado por personas que, por una causa u otra, arrojan sus residuos a estos lugares. Las causas son principalmente la comodidad y la falta de concienciación».

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