Reunión con los asentadores de frutas que rechazan el sistema de tarifas fijas

La nueva dirección de Mercamurcia tiene previsto reunirse con los asentadores de frutas que rechazan el nuevo sistema de tarifas que está previsto que se implante a partir del 1 de enero de 2016. El gerente del centro, Ricardo Rubio, ha convocado una reunión con los afectados para el 5 de septiembre en la que se intentará negociar una salida que satisfaga al sector crítico, que está en contra de la implantación de un sistema exclusivo de tarifas por módulo y exige que se mantenga el sistema mixto, según el cual pagan en función de los metros cuadrados que ocupan y del volumen de ventas que tienen. Según los asentadores descontentos, el sistema de tarifas fijas por módulos, con independencia de la facturación de cada uno, supone un trato discriminatorio y es perjudicial para los de menos volumen de negocio y posibilidades económicas, por lo que piden que se amplíe el plazo de transición o volver al mixto.

Mercamurcia es el único 'merca' de los 23 existentes que no ha implantado todavía la tarifa fija y exclusiva por módulos; el Ayuntamiento ya ha aprobado este modelo, dando un periodo de adaptación hasta 2016 para que se introduzca obligatoriamente. En 2013 un 55,88% de los asentadores de frutas y verduras votó a favor del sistema de tarifas fijas -pagando solo por los metros cuadrados que ocupan-. Por tanto, hay un 45% de asentadores que abogan por un sistema mixto. Hay dos pabellones de frutas: en el A, el más grande, hay 34 mayoristas, y la mitad no estarían de acuerdo con el sistema de tarifas fijas, mientras que en el B, con 16, ya se está aplicando sin problemas, según indica el gerente de Mercamurcia. Rubio se reunirá con los afectados la semana que viene para escucharles y explicarles que el sistema de tarifa fija tiene sus ventajas, «pues favorece al mercado y a la comercialización, al convertirlo en coste fijo; ya dependerá del mayorista si vende más o menos, pero tendrá más claro el margen».

Los críticos están dispuestos a cerrar sus puestos e ir a la huelga, si no se atienden sus reivindicaciones.