«Hemos estudiado mucho y nadie nos ha regalado nada»

Después de un fin de semana para olvidar -en menos de 24 horas pasaron de celebrar que habían aprobado el examen a darse coscorrones por la paralización del concurso-, ayer se reunieron por primera vez en el Cuartel de Artillería un grupo de aprobados que han superado las pruebas de auxiliar de biblioteca y que han unido sus fuerzas para luchar y demostrar, desde una plataforma, por la limpieza del proceso. Mamen Cánovas, treintañera, licenciada en Historia, con un máster y haciendo el doctorado, se presentó a esta convocatoria como salvavidas laboral. Aprobó con un 5,51 el examen, que no le garantiza conseguir una de las 19 vacantes en liza, pero dice estar dispuesta a ir a donde sea necesario para impedir que se anule la oposición. «No estamos en contra de que se investigue, pero todos los que estamos aquí hemos aprobado y no nos lo han regalado; nos ha costado muchas horas de estudio y sacrificio». Para Mari Carmen González, que consiguió un 5, suficiente para ingresar en la bolsa de trabajo -solo lo han logrado 53 de 3.300 personas-, la experiencia de un examen de oposición «siempre resulta traumática, y genera mucho estrés, y no hay derecho a que nos anulen la nota cuando nos ha costado tantísimo».

Marga Garrido, que también logró un 5,51, hubiera deseado que el Ayuntamiento acelerase al máximo la investigación para no dilatar sus resultados hasta el otoño. Pero se muestra satisfecha con que el Ayuntamiento esté dispuesto a contar con ellos para la comisión. Marga y otra treintena de aprobados tienen previsto en los próximos días empezar a entregar en Registro declaraciones juradas ante notario defendiendo que han concurrido de manera limpia y que el examen fue 100% ajustado a los principios legales establecidos. «Estamos inquietos y cabreados, pero vamos a luchar para que se castigue a quien haya hecho trampa. No es justo que paguemos unos por otros».