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Toñi Iglesias, con una de sus tartas, en La Vaguada. Pablo Sánchez / AGM
«El truco para hacer nuestros pasteles es dejar volar la imaginación»

«El truco para hacer nuestros pasteles es dejar volar la imaginación»

Toñi Iglesias. Dueña de la repostería La Dulce Ilusión

Sábado, 21 de abril 2018, 12:05

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Galletas, tartas y magdalenas personalizadas, ya sea en forma de corazón, unicornio rosa o dibujo animado. Son los productos que preparan desde hace cinco años los empleados de La Dulce Ilusión, una repostería de La Vaguada que en cinco años de vida ha conseguido hacerse un hueco en los cumpleaños, comuniones y bodas de los cartageneros. Su dueña es Toñi Iglesias. Para esta tarde, a las 17.30 horas, en El Corte Inglés (en la plaza de entrada que da a la Calle Ramón y Cajal), La Dulce Ilusión ha organizado un curso de repostería en familia, para que padres, madres y pequeños aprendan a preparar juntos dulces con forma de emoticono. El precio es de nueve euros.

- ¿De dónde viene el nombre de La Dulce Ilusión?

- Le puse ese nombre por la ilusión que tenía el día que abrí la pastelería, en el año 2013. Siempre me he considerado una persona emprendedora, y me propuse montar el local para probar qué tal iba. Pude estudiar y formarme en Madrid y en Valencia, con los mayores reposteros del país. Hay que innovar constantemente. Empezó siendo un negocio en el que estaba yo sola, luego se sumó mi familia y actualmente tenemos varios trabajadores, que nos echan una mano para preparar las bodas, las comuniones y los cumpleaños.

- ¿En qué se diferencia esta repostería del resto?

- Además de dedicarnos a la repostería tradicional, como una tarta de chocolate o de zanahorias, también jugamos mucho con los sabores. Trabajamos solo bajo encargo y lo bueno es que tu tarta va a ser totalmente diferente a las demás. Son únicas y personalizadas al gusto del cliente. Si la quieres de chocolate, kiwi y naranja, por ejemplo, la vas a tener. Además, tocamos mucho la repostería creativa. Somos muy novedosos y una de nuestras especialidades son las tartas de boda. Tenemos modelos que solo hacemos nosotros en la Región de Murcia, como las péndulo o colgantes. Es una tarta que se presenta a la inversa y se mueve. Esto requiere un nivel de técnica para el que no todo el mundo está capacitado.

- ¿Tienen alguna otra especialidad?

- Preparamos desayunos a domicilio. Metemos en una caja bien decorada fruta, 'cupcakes', donuts, zumo, café... Eso es muy llamativo, tiene éxito durante todo el año y especialmente en San Valentín. Por el día de la madre también nos lo piden mucho. Sustituye al clásico ramo de flores, porque la caja viene totalmente personalizada. Ésa es la diferencia. Los dulces pueden llevar tu nombre y la galleta, el escudo de tu equipo de fútbol, por ejemplo. Lo último que hemos probado son las 'dripcakes', un dulce decorado con golosinas del que cae chocolate líquido. Son cosas diferentes para no ser el típico pastel. El truco para hacer los pasteles es dejar volar la imaginación.

- Para cocinar así, también es necesario ser una persona creativa.

- Es fundamental. Es nuestro fuerte. En la repostería mantenemos el sabor tradicional, y luego le damos el toque creativo, al hacerlas al gusto de los clientes. Vamos aprendiendo gracias a ellos, que vienen y cada día nos piden algo diferente y que nunca hemos hecho. Nosotros lo vamos a hacer, con el color, la forma y el sabor que quieran.

- ¿Han organizado antes otros talleres de repostería?

- Sí, hacemos talleres en las asociaciones de vecinos y bibliotecas municipales, para niños y personas mayores. Les enseñamos a hacer galletas y mesas dulces, porque quieren aprender para los cumpleaños y comuniones de sus nietos. Todo lo que hacemos, lo enseñamos. Creemos que eso no es malo.

- ¿Cómo surgió el hacer el curso esta tarde?

- Con El Corte Inglés hemos colaborado en otras ocasiones, los sábados por las mañanas, con un aforo limitado solo para niños. Esta vez será diferente, se hace en la plaza de fuera, está abierto a la participación de toda la familia y habrá un escenario, música y sorteos de regalos. Será más dinámico y los niños aprenderán a hacer dulces con sus padres. Estamos encantados.

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