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Alfonso Torres, en la barra haciendo el gesto del brindis, junto al personal del restaurante. LV
Sorprendente Cabo blue

Sorprendente Cabo blue

TOMÁS MARTÍNEZ PAGÁN

Domingo, 13 de agosto 2017, 09:05

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Cabo de Palos ha sido siempre uno de los lugares más emblemáticos de nuestra costa. Ofrece todos los años alguna novedad con la que sorprender a todos los visitantes. Hace dos fue la reinauguración de Trips, 30 años después de su inauguración original, y este verano nos sorprendecon la posibilidad de darle un nuevo uso a su tan conocido faro, ya sea la de convertirlo en un hotel, ya la de hacerlo visitable y alguna otra propuesta más, que han suscitado una acalorada polémica cuyo final se verá con el tiempo y con los estudios de viabilidad que serán los que, en definitiva, digan lo que es más conveniente.

Pero volviendo a lo práctico y a la actualidad de este verano en Cabo de Palos, una vez más se constata que, gracias a la iniciativa privada, los proyectos andan a la velocidad que les corresponde y se convierten en obra ejecutada, creando puestos de trabajo, nombre para la zona, actividad, riqueza y, sobre todo, alternativa turística de la que tan necesitada está nuestra Trimilenaria.

Y una vez más ha sido el empresario cartagenero Alfonso Torres, que dirige un gran grupo empresarial que se mueve en distintos sectores, incluido el del apoyo social a través de su ONG, quien ha vuelto a realizar una inversión importante para situar a esta zona al más alto nivel, en cuanto a singularidad gastronómica y en el mundo del ambiente de copas y coctelería. Lo ha hecho abriendo un gran restaurante, el Cabo blue.

Cartagena necesita alternativas turísticas y Alfonso Torres da una nueva en Cabo de Palos

Tan pronto me enteré de la novedad, allí que me dirigí junto con dos buenos amigos, uno de Murcia y otro de Madrid, y nuestras señoras, para valorar el local. Reservamos una mesa para seis a nombre de mi amigo Leocadio, para no poner en compromiso al 'mandamás', que es un gran amigo mío. La primera sorpresa es cuando, a la hora de reservar, lo primero que te preguntan es en qué zona lo quieres hacer. Y es que el local cuenta con varias: la del Faro, cubierta por una pérgola y donde se encuentra la barra de coctelería; la central, mitad cubierta y mitad al aire libre, y en la que hay hasta zonas de sofás para relajarse; y el Lebeche, cubierta por la segunda pérgola, que es donde se encuentra el apartado de restauración.

Nosotros elegimos la Zona del Faro y no nos equivocamos. Cabo Blue está dentro del complejo Ttrips, pero totalmente independiente de la macrosala. Desde sus distintas terrazas, se divisa todo el 'skyline' de La Manga, con todos los reflejos de sus brillantes luces y los destellos del faro rasgando a intervalos la noche.

La cocina que se puede degustar en este local es de gastrofusión mediterránea y japonesa, con una gran carta de carnes a la parrilla y pescados a la brasa. La decoración está realizada a base de motivos naturales, con palmeras, alegres buganvillas y plataneras en todos los rincones, con pérgolas a seis aguas y abundante madera de abeto, y con cálidas luces led de color azul en rincones de suelo y techo, haciendo así honor al nombre del restaurante.

Comida japonesa y fusión

Llegamos al aparcamiento reservado para clientes, atravesando la perfectamente decorada entrada, donde nos recibió una encantadora señorita que nos acompañó hasta la mesa, ubicada junto a la terraza con vistas a Cabo de Palos. Rápidamente fuimos atendidos por el Metre, que nos tomó la comanda de bebidas, con una carta muy bien seleccionada y buenos precios. De repente, sin mediar palabra y con gran sorpresa por nuestra parte, Juan Lizárraga nos envió un cóctel de bienvenida que estaba delicioso, acercándose él a explicarnos su composición y combinación de sabores; y aprovechando para dejarnos una carta de coctelería, por si alguien se atrevía a maridar alguno de los platos con uno de sus cócteles.

La prestigiosa 'bartender' Nagore Arregui, imagen de Schweppes, es quien dirige la zona de cocteleria, y el chef Martín Pérez, que dirige la cocina del Restaurante Urdersun en La Manga Club, propiedad también del grupo, ha colaborado activamente en la carta. En las brasas, el argentino David Muñoz, todo un especialista en el pescado y las carnes, a las que aporta algunos sabores de su tierra natal. Una joven murciana formada en un prestigioso restaurante japonés en Inglaterra, la 'sushiwoman' Elena de Paz, está a los mandos de la barra de sushi.

Pues bien, con la carta en la mano y viendo todas las posibilidades que estos profesionales ofrecían, Eloy, un enamorado de la cocina oriental, se decantó por un menú a base de sashimi de pez mantequilla, makis de anguila, niguiris toro foie y de inari tofu con jengibre y teriyaki, gunkanmaki surimi con pepino, tartar de surimi, edamame y huevas de arenque. A la vista de nuestra comanda, la 'bartender' Nagore nos puso al centro un cóctel japo-mex, perfecto para acompañar tanto al sushi como al resto de platos que pedimos los demás, acertando con ello de pleno. Y es que Araceli pidió un ceviche mixto de corvina y gamba con lecha de tigre, un carpaccio de gambas con salsa cítrica y dátiles, ensalada de quinta, aguacate y menta y una selección de aperitivos criollos del Cabo, no grandes en cantidad pero si en la exquisita combinación de sabores.

Por su parte, Sofía se inclinó por un costillar de ternera con chimichurri, mostaza y pimientos asados, todo en su punto de brasa, con la carne poco hecha y jugosa, para pasar después a un 'Cabo Tres Palos', compuesto por entraña de ternera, secreto ibérico y chorizos criollos, también cocinados a la brasa y en su punto de cocción exacto. Y todo lo tomamos acompañado por un pan del mismo nivel y regado en dos tiempos por un verdejo de Rueda y un Remelluri Reserva y con algo importantísimo, el buen servicio proporcionado por el magnífico equipo de profesionales que han logrado reunir.

Terminamos compartiendo unos postres: Cabo Blue Key Lime Pie Chantilly y unas delicias de queso Manhattan con frutos del bosque, brillante broche para una noche perfecta. Y es que en Cabo Blue lo bordan todo, hasta el café, desde su calidad en taza hasta la originalidad de su vajilla. Y todo ello al mejor precio a la hora de pasar por caja: una de las mejores relaciones calidad / precio que he visto últimamente, lo que convierten a este singular local de exquisita cocina y extraordinario servicio en un 'must' de las noches estivales de la Trimilenaria.

Y cuando ya habíamos entrando de lleno en el mundo del hielo con unos gins tónics Premiun, saludamos a Silvia Sanchez, la 'Wedding & Events Planner', que viene de trabajar durante diez años con el empresario Amancio Ortega en la división de captación de tendencias. Se ha incorporado recientemente a este proyecto, dentro del departamento de eventos, desde el que junto con Ana del Río, la 'Head Manager' (directora) del grupo, quieren potenciar eventos, banquetes y fiestas de empresas. El complejo cuenta con unas instalaciones únicas para albergar estas actividades y con un servicio personalizado al cliente, con el que logran que ninguna fiesta sea parecida a la anterior.

Mientras charlábamos y nos servían el segundo gin tónic, muy corto de ginebra porque luego había que conducir, podíamos escuchar de fondo la música de los DJs Álex Morgan y Luis Fontes que, desde su cabina, animaban la velada con una sesión, conforme avanzaba la noche. Iba subiendo de tono, todo dentro de un orden, mientras que iba descendiendo la tonalidad de las luces, haciendo así que el entorno fuese cada vez más agradable.

Proyectos en torno al faro

Y a lo lejos, La Manga y El Faro, que parecía llamarnos con sus continuos destellos de luz limpia rasgando la oscuridad de la noche de Cabo Palos e introduciéndose en el maravilloso ambiente de Cabo Blue. Ahora, lo único que hace falta es que continúe el apoyo de las instituciones y que valoren la inversión, pues el proyecto es muy bueno para nuestra comarca ya que reforzará la oferta turística y atraerá clientes de las playas limítrofes y otras ciudades próximas, vendiéndose el nombre de Trips-Cartagena por toda la Región, por España y por el mundo, gracias a un gran, grandísimo empresario, Alfonso Torres.

Y tras esta explosión de sensaciones que les acabo de contar, termino con este pensamiento recientemente escuchado: «Se olvida lo que se dice, también se puede olvidar lo que se hace, pero nunca se olvida lo que se siente»... ¡Y qué verdad! Tan solo desearles que sigan disfrutando todos de este verano, que ha alcanzado ya su pleno cenit y que ya va comenzando su fase de descenso.

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