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Una de las actuaciones del festival nacional de la canción española de Molino Derriba celebrada en la pasada edición. J. A. / AGM
Molino Derribao homenajea a 'El Levantino'

Molino Derribao homenajea a 'El Levantino'

Con la presente ya suma la cifra importante de 24 convocatorias festivaleras

JOSÉ SÁNCHEZ CONESA

Miércoles, 16 de agosto 2017, 03:19

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La copla o canción española con su anhelo palpitante vuelve otro año más a Molino Derribao, enclave cercano a Los Dolores y a Santa Ana y a 6 kilómetros de distancia de Cartagena. Y con la presente ya suma la cifra importante de 24 convocatorias festivaleras.

Hablamos de un género musical que alcanzó gran auge entre los años 30 y los 50 del pasado siglo XX. En los años 80 también gozó de una importante renovación de músicas y letras, además de su puesta en escena con Martirio y Carlos Cano. La labor la continuaron en el presente siglo por voces importantes como las del genial cantaor Miguel Poveda, Buika, Diana Navarro o Pasión Vega, entre otros.

El mismo Joan Manuel Serrat siempre ha reconocido la gran influencia de la copla en la composición de sus canciones, junto al folclore catalán, el tango o el bolero. Su 'Romance de Curro el Palmo' es un magnífico ejemplo de cuanto decimos, porque Serrat, como muchas generaciones en nuestro país, estuvo influido por la educación sentimental escuchada a todas horas en las emisoras de radio: Manolo Caracol, Concha Piquer, Juanito Valderrama o Marifé de Triana.

El festival, inaugurado en 1994, reconoce la labor del fundador, a quien se le entregó la medalla de honor

Se trata de historias rabiosamente humanas, con mucho sobresalto por las pasiones desatadas que en gran medida enseñaron a amar a miles de radio oyentes de diferentes generaciones.

La tonadilla escénica

Martín de la Plaza sitúa el origen de este cante en la jácara de principios del siglo XVIII, cuando era cantada durante la representación de obritas de teatro y entremeses. Eso dio lugar a la llamada tonadilla escénica, embrión de lo que luego sería la zarzuela. Se habla de 'La Caramba' como la primera tonadillera de éxito, es decir cantante de canciones o tonadas cortas. Nació en la localidad granadina de Motril, en 1750 y falleció en Madrid, con el reconocimiento del público.

El Festival de Molino Derribao es una aventura que comenzó en 1994 bajo la iniciativa de Alfonso Conesa 'El Levantino', aunque la intención primera fue la de recuperar el desaparecido Concurso Nacional de Cante por Cartageneras.

Alfonso pone voz a nuestros troveros desde hace muchas décadas, aportando una importante renovación en las músicas del trovo con su interpretación de la décima por milongas o colombianas. Precisamente él comenzó a cantar la décima por guajiras, que es lo habitual actualmente, a mediados de los años 70 sobre la estrofa repentizada por José Martínez 'El Taxista'. Se había perdido esta tradición de los troveros del XIX y principios del XX, practicada con gran acierto por el gran Castillo.

En efecto, durante mucho tiempo, la décima era recitada por el repentista, siendo la única música que acompañaba al trovo la malagueña trovera, lo que mostraba a la claras un escaso repertorio musical.

Por eso no nos extrañó nada que sus compañeros de la asociación trovera José María Marín le rindieran un homenaje en el transcurso de la velada de trovos organizada con motivo de las fiestas de este singular enclave cartagenero. Juan José García Parra, presidente de la misma, le impuso la medalla de honor de dicha entidad y fue obsequiado, tanto él como su señora, con un mar de versos.

Entusiasmo otoñal

Junto a este artista de entusiasmo otoñal, no falta en el Festival el trabajo organizativo, entre otras personas, de sus hermanos Francisco y Pedro, o el del presidente de la asociación de vecinos Pedro Emilio Conesa, con más 20 años en el cargo.

La cita coplera tendrá lugar pasado mañana, fecha en la que también se celebrará el pregón de los festejos, que correrá a cargo del concejal de Descentralización, Juan Pedro Torralba. En esos dos días pasarán por el escenario artistas ganadores de ediciones pasadas procedentes de ciudades, como Cádiz, Córdoba, Sevilla, Madrid, Jaén, Málaga y Murcia, con la actuación especial de Alejandro Conde y el piano de Fran Rivero.

Sigue en pie la tradición en un recinto abierto a las estrellas, que se adentra en regiones misteriosas donde las pasiones no se pueden embridar, las desdichas y los gozos se añaden cuando la vida es un deporte de alto riesgo.

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