San Juan empieza en las casetas

El hecho de que este año hayan abierto estos módulos no es casualidad. La normativa actual (de 2015) ya no autoriza a cualquier local la venta de petardos. Deben ser instalaciones ubicadas en una solar, de manera temporal y que cumplan con una serie de requisitos: tener exclusivamente material pirotécnico; disponer de un extintor y de alarma contra incendios y, en caso de haber un almacén, que sea con una puerta de seguridad. Solo puede mostrarse una tercera parte de los petardos, en una estantería y a un metro de distancia del mostrador.

«Es cierto que esto nos afecta. El año pasado distribuíamos a 15 o 20 establecimientos. Esta vez, la Delegación del Gobierno de la Región de Murcia [que es la que otorga la licencia] ha sido más estricta. En cierto modo, también era necesario, para incrementar la seguridad. Nos hemos tenido que reinventar para no cerrar», aseguró ayer Beatriz Pérez, gerente de Pirotecnia Mediterránea, la única empresa que dispone de un gran almacén pirotécnico en la ciudad. Lo tiene en la diputación de San Isidro y desde ahí distribuye a sus tres casetas, en la Plaza de Severo Ochoa (junto al centro comercial Mandarache), al lado del centro de salud del barrio de La Concepción y en la calle Balsicas de Torre Pacheco. La Policía Local ha inspeccionado cinco contenedores (también hay en Cabezo Beaza y en Canteras) y uno ha sido rechazado, al no tener la autorización del titular del terreno. Todos estos módulos son temporales y estarán instalados hasta pasado mañana, hasta las 21 horas.

Hasta ese día, los vendedores ofrecerán paquetes especiales. Pirotécnica Mediterránea tiene uno por 22 euros, de color albinegro, para celebrar el posible ascenso del Efesé el domingo: lleva una antorcha de humo, una traca de diez metros y una caja de morteros. También hay fuentes de color al precio de dos por uno.

«Fundamentalmente tenemos detectados dos tipos de clientes: unos más familiares, que compran bombetas y fuentes de colores, y otros que van por su cuenta y buscan 'petardeo', algo más explosivo. Para ellos tenemos distintas variedades de morteros y carretillas. Si viene una persona, el gasto medio que hace puede ser perfectamente de unos 30 euros. Si viene un grupo de amigos, son unos 100», reconoció Beatriz Martínez, quien despacha desde esta semana petardos en el barrio de La Concepción. Opinó que la nueva normativa era «necesaria».