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Usuarios, ayer en Urgencias del Santa Lucía. Pedro Martínez / AGM
El frío y las operaciones para reducir las listas de espera colapsan Urgencias del Santa Lucía

El frío y las operaciones para reducir las listas de espera colapsan Urgencias del Santa Lucía

La acumulación de más de veinte camas en los pasillos, la mayoría ocupadas por personas mayores, desata las protestas en el hospital

José Alberto González y R. SERRANO

Cartagena

Miércoles, 29 de noviembre 2017, 03:39

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«Los pasillos de Urgencias están a tope de camas desde el fin de semana, pero desde el lunes la situación ya es un caos. La gente, que en la mayoría de los casos son personas mayores, está sin habitación, a pesar de que hay dos salas sin utilizar, y los familiares que les acompañan tienen que estar esperando de pie, hora tras hora. ¡Y eso que no aún no ha empezado la gripe!». Este testimonio de una usuaria del Hospital Santa Lucía, que pidió mantenerse en el anonimato, permitía ayer resumir la situación de colapso y de malestar de los ciudadanos que, por cuarto día consecutivo y de forma especialmente intensa, se vivía en el servicio de Urgencias de este centro sanitario de Cartagena.

Numerosos ancianos y otras personas con problemas respiratorios, de diabetes y de infección de orina, entre otras patologías, acusan estos días la bajada de las temperaturas. Y, al llegar, al hospital del Servicio Murciano de Salud (SMS), se han ido encontrado con que no hay personal ni espacio suficiente para atenderles en condiciones adecuadas.

Pese a que más de medio centenar de personas soportaban, ayer por la tarde, largas estancias en corredores o en las salas de espera, la Gerencia del Área de Salud II de la Región -que atiende a los vecinos de Cartagena, La Unión, Fuente Álamo y Mazarrón- no dio la orden de poner en marcha ninguna de las dos zonas reservadas para situaciones de aumento de pacientes: la Unidad de Preingreso (la UPI), que tiene 30 camas, y la Unidad 25, que alberga otras 28. En total, hay capacidad para 58 personas.

A través de una portavoz, los responsables del hospital justificaron así por qué no vieron «necesario» echar mano de esas estancias: «Estamos trabajando en agilizar las altas, porque realmente la capacidad de Urgencias puede resolver la absorción de la demanda. Esperamos que se resuelva de manera favorable a lo largo de la jornada, teniendo en cuenta que los recursos transitorios de los que disponemos, como la Unidad de Preingreso, permanecen cerrados, pero con capacidad también de ponerlos en marcha, si fuera necesario».

Más sitio, «si fuera necesario»

Con la mención de las altas, en el Santa Lucía se refirieron a las personas que han sido operadas en los últimos días. En concreto, está habiendo una «importante actividad quirúrgica en el complejo hospitalario» por las tardes, tanto en ese centro sanitario como en el Santa María del Rosell, en servicios como Urología, Oftalmología, Dermatología, Cirugía General, Traumatología, Otorrinolarongología y Cirugía Plástica y Pediátrica.

El retraso en dar el alta a pacientes intervenidos, respecto a las previsiones iniciales, ha complicado el inicio de la semana, añadieron en la Gerencia. Y señalaron que otro de los «factores que están influyendo en la situación de mayor presión asistencial es llegada del frío».

Así, aunque «de momento no se están viendo cuadros gripales», dentro de un otoño aún más cálido que el pasado, sí que demandan asistencia en el área de Urgencias «pacientes mayores descompensados o con una patología previa».

Según los datos oficiales, a las tres de la tarde había «34 pacientes pendientes de ingreso» y otros 22 «con cama asignada». Por lo tanto, 56 pacientes soportaban la saturación del Santa Lucía, mientras había espacio sin usar para 58 personas. Fuentes sanitarias indicaron, no obstante, que por un principio de precaución, siempre se deja huecos libres por si hay que reaccionar ante una emergencia en el área de salud con muchos afectados.

Las aglomeraciones de este final de noviembre suponen repetir un problema que los sindicatos de trabajadores y la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública 'Salvemos el Rosell' exigen, desde hace años, afrontar con una batería de medidas. Entre otras, figuran el uso permanente de más espacios; la contratación de todo el personal que sea necesario (como celadores, enfermeros, médicos y limpiadores); y la utilización completa, y no solo parcial, de la puerta de Urgencias del Rosell, el centro ubicado en el Paseo de Alfonso XIII.

Intervenciones por las tardes

Uno de los episodios recientes que más quejas desató tuvo lugar en enero de este año. «El frío, los catarros y las gripes», según explicó la Consejería de Sanidad de la Comunidad Autónoma, que entonces dirigía Encarna Guillén y que ahora tiene al frente a Manuel Villegas, dejó a veinte personas a la espera pendientes de ingreso.

Ya en otoño, a principios de noviembre del año pasado, el descenso del mercurio generó una oleada de pacientes. Estos tuvieron que aguardar más tiempo del aconsejado en los 'boxes', en las salas de espera y encamados en los pasillos. Ante la acumulación de quince pacientes esperando a ser subidos a planta, los responsables del hospital aseguraron lo ocurrido se debió «no a una falta de camas en las unidades de hospitalización, sino a que no hubo la agilidad esperada en el servicio». Tanto en noviembre como en enero, Sanidad tuvo que abrir la unidad de preingreso.

Ayer, la imagen de pacientes en mitad de los corredores, solos o acompañados por familiares, volvió a desatar las quejas y a plantear el problema de la gestión de los medios humanos y las infraestructuras del hospital, embarcado ahora en un plan para reducir las listas de espera antes de que acabe el año.

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