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Componentes del grupo teatral de Perín, tras una de sus representaciones. LA VERDAD
'La flor del almendro'

'La flor del almendro'

JOSÉ SÁNCHEZ CONESA

Cartagena

Miércoles, 11 de abril 2018, 09:56

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Hemos vuelto a disfrutar en Perín con la puesta en escena de la obra 'La Flor del almendro', escrita por la directora del grupo, María Jesús Ros Agüera, líder entusiasta del colectivo. En otros artículos hemos revelado la intensa actividad de este extenso grupo humano, cercano al medio centenar de personas, que evolucionaron de cuadrilla de Pascua a grupo teatral, también. Por el camino han ido recuperando tradiciones, desde su nacimiento en 2009 como Asociación Cultural Acueducto de Perín.

El año 2015 les fue propicio con las representaciones del tradicional Auto de Reyes Magos, ausente durante medio siglo, y una original versión de don Juan Tenorio. Al año siguiente nos volvieron a sorprender con 'Así me lo contaba mi abuela', en la que los amigos perineros dan vida a cuentos de tradición oral que durante años, tal vez siglos, se han venido trasmitiendo de bocaoreja en el territorio. Sorprendentemente una de estas narraciones es un relato de origen judío recogido por la literatura en el lejano siglo VII.

En 2017 nos ofrecieron 'Los hijos del Capitán', una versión libre de la afamada 'Sonrisas y lágrimas', pero con algunas alusiones a personajes y situaciones perineras, como siempre, a Dios gracias.

El grupo teatral de la Asociación Cultural Acueducto de Perín recoge en sus montajes historia y tradición

La mayoría de sus montajes articulan hábilmente diversos elementos, marca de la casa, como son la música en directo de la rondalla, textos que recogen la historia y las tradiciones, el humor, la ternura y una calurosa respuesta del público, que sale del local social altamente complacido por los momentos vividos. Añadiría, por último y no menos importante, la mirada femenina de las historias que se narran pues ellas son las grandes protagonistas.

Este año, en el que celebramos el 250 aniversario del nacimiento del actor y director teatral Isidoro Máiquez, y 200 de su muerte, suman a su fructífera trayectoria esta flor del almendro tan característica del paisaje del oeste cartagenero, con estructura de zarzuela, en la que están presentes canciones y argumentos de algunas de ellas como 'La alegría de la huerta'.

El humor, simpre presente

De fondo el drama de los reclutamientos obligatorios de mozos con destino a la guerra de África, cuando España seguía jugando al imperio colonial que había dejado de ser ya, en lugar de afrontar la modernización de su economía, sociedad, política, cultura y educación. Se proyectan fotografías captadas de aquellas batallas, acompañando un texto que no rehúye la realidad más cruda del momento, manifestada en los grandes males de aquella España de 1921. Hablamos del caciquismo y sus injusticias aparejadas, el analfabetismo de la mayoría de la población, y otros asuntos, no menores, como la ausencia de educación sexual entre el mocerío.

Se estaban gestando cambios de gran calado que afectarían al porvenir de la nación. Recordemos que los casos de corrupción al amparo de aquellas guerras coloniales, el agotamiento de la monarquía borbónica y el desgaste de los viejos partidos liberal y conservador fueron factores que desembocaron en la proclamación de la II República y su afán de europeizar España.

Pero la dramaturgia perinera no deja atrás la crónica de las rondas de los muchachos a las muchachas, o las candangas, voz propia de los pueblos del oeste cartagenero para designar las reuniones nocturnas de vecinos y vecinas en una vivienda para comentar los aconteceres del día, trabajar el esparto, coser o echarse algún baile por jotas o sevillanas boleras. Presentes están en 'La flor del almendro' algunos elementos de la llamada folkmedicina o medicina popular que llegan hasta nuestros días atravesando la fronda de los siglos, como curar la carne huida, el empleo de especies vegetales con fines terapéuticos o pasar por las ramas de la higuera a una criatura herniada. Arranca el texto en la noche de San Juan con la lumbrará y la quema del juan (o de la juana), figuras de apariencia humana vestidas con ropas viejas y rellenos de paja.

Al término de la representación el grupo agradeció la gran labor de asesoramiento y magisterio que viene realizando junto a ellos el gran actor cartagenero Pepe Ortas Cayuela, el apoyo de la asociación de vecinos en su presidente Bartolomé Gimeno, la Junta Vecinal Municipal que preside Isa Andreu y el Ayuntamiento de Cartagena, representado en esta ocasión por la concejala Obdulia Gómez Bernal.

El próximo viernes, en la Asociación de Vecinos de Perín, a las 21.30 horas, será la última oportunidad de ver esta obra. Las localidades se pueden reservar, al precio de 3 euros.

Agradecemos esta sonrisa de primavera que nos trae la flor del almendro, desde el secano de nuestro término. Más florido que nunca.

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