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En la calle Carrasquilla (Los Nietos) se mejorará el alumbrado. Antonio Gil /AGM
Diferencias políticas aplazan las nuevas juntas vecinales en Los Urrutias, Santa Lucía y La Manga

Diferencias políticas aplazan las nuevas juntas vecinales en Los Urrutias, Santa Lucía y La Manga

Descentralización compensa a la zona del Mar Menor con un plan de inversión en asfalto y alumbrado que no contenta a los vecinos

Eduardo Ribelles

Cartagena

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Jueves, 19 de octubre 2017, 02:03

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Desconfianza entre los líderes vecinales tras el aplazamiento para reorganizar los distritos de Cartagena con tres nuevas juntas vecinales. La creación de la primera de ellas, prevista para el litoral sur del Mar Menor y La Manga, ha sido pospuesta sin fecha. «Sabíamos que no iba a salir adelante ni de coña por la división política», apuntó la dirigente vecinal de Cabo de Palos, Cristina Aguado. Santa Lucía y Los Urrutias eran los otros dos lugares previstos para ser cabecera de órganos administrativos de descentralización municipal, pero sus representantes ya no las tienen todas consigo. «Nosotros aún confiamos en el compromiso electoral de MC y del PSOE de agruparnos en una, en 2018», aseguró el líder vecinal de Los Urrutias, Severo Sánchez. «A nosotros ni siguiera nos han dicho nada oficialmente», apuntó el de Santa Lucía, David García.

Todo se debe a que el alcalde accidental y concejal de Descentralización, Juan Pedro Torralba, no ha podido ni apalabrar un acuerdo al respecto en la Comisión Municipal de Participación, que no avanza en el asunto desde junio. A ese grupo de trabajo con representación de todos los grupos políticos del Ayuntamiento se trasladó el debate, tras aprobar el Pleno una moción para crear la junta vecinal de Rincón de San Ginés, el año pasado.

Dinero reservado

Tanto era el optimismo de Torralba que incluso habilitó una partida presupuestaria de 60.000 euros para su puesta en marcha. El paso del tiempo y la división interna de la Corporación lo harán imposible a corto plazo. Para compensarles, el primer edil ha pensado en un plan de inversiones que haga que los 9.000 habitantes censados en la zona de La Manga no se sientan olvidados. El 'aguinaldo' servirá para colocar alumbrado nuevo en lugares donde falla continuamente en Los Nietos. Se trata de la Avenida Galán, la calle San Isidoro, la calle Snipe, la calle Carrasquilla y la calle Isla Grosa. Si sobre dinero, se extendería la instalación del alumbrado a otros lugares.

A esta inversión se le sumarán otros 18.000 euros más para hacer una serie de mejoras en el asfaltado con dinero que antes estaba adscrito al Instituto Municipal de Servicios del Litoral (Imsel).

Un año sin el Imsel

«La desaparición de ese organismo nos ha dejado bastante desamparados. Es posible que no hubiera un control demasiado exhaustivo del gasto, pero las cosas se hacían mejor que ahora y con más capacidad de reacción. Ahora solo acometen obras en las que se puedan hacer inmediatamente la foto», apuntó Aguado.

En el equipo de gobierno local, el PSOE ha pasado a ser partidario de constituir dos juntas vecinales en Rincón de San Ginés, al igual que el PP, aunque ambos no están del todo de acuerdo sobre la frontera. Ciudadanos es más proclive a que se crea una sola junta vecinal y Podemos no cree en estos organismos como la mejor manera de descentralizar administrativamente el municipio. Mientras tanto, las obras llegan a cuentagotas, como la de asfaltado de la calle Entremares de La Manga, frente al hotel del mismo nombre, revisada ayer en la mesa de contratación.

Poca inversión y sin liderazgo

En el caso de Los Urrutias y El Carmolí, se trata de demarcaciones dependientes de juntas ya existentes. La primera localidad depende de El Algar y la segunda, de La Puebla-El Lentiscar. Pero una iniciativa vecinal que el Gobierno local apoyó, consiste en unirlas en una sola junta vecinal. «Nosotros nos remitimos a la promesa que tanto MC como PSOE llevan en su programa electoral, de que nos separaríamos de las juntas en las que estamos», aseveró Severo Sánchez. El presidente vecinal indicó que prefiere no estar en ninguno de estos organismos, a depender de las que les integran ahora. En principio, el compromiso político debía suponer que se incluya en el presupuesto una partida especifica para esta zona en 2018. Pero lo sucedido con la de Rincón de San Ginés y el bloqueo de la Comisión de Participación no da muchas esperanzas a los vecinos. «Lo peor es no tener una cabeza visible, una guía de las inversiones que necesitamos», aseveró Sánchez.

Por lo que respecta a Santa Lucía y Los Mateos, detrás de la propuesta de crear una junta propia para estos barrios tan cercanos al centro de la ciudad están las dificultades para salir adelante y los problemas para su desarrollo social y urbano. Ambos se han convertido en zonas aisladas a medio camino entre un barrio de pescadores, una zona residencial que no acaba de evolucionar (Nueva Santa Lucía) y unos núcleos de chabolismo (Cabezo de los Moros) cuya erradicación ha dado lugar a solares que se llenan de basura por acción de particulares.

También en este caso hay problemas derivados de la división política. Se trata de una zona en la que prima el voto socialista, con lo cual la junta la controlaría ese partido, lo cual podría dificultar el acuerdo con otros partidos.

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