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Martes, 22 de agosto 2017, 02:17
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Parte del suelo de caucho levantado y columpios rotos en las zonas de juegos infantiles, pintadas en los muros, azulejos rotos en los quiosco-bares, excrementos y orines de perro en todo el perímetro y alrededor de bancos y farolas, árboles talados de los que solo quedan los tocones o las raíces y otros sin reponer tras caer por efecto del viento y de los gamberros, litronas de cerveza rotas en los paseos interiores... La lista de deficiencias en el Parque de Los Juncos, en cuanto a infraestructuras, crece por semanas y, a pocos días del inicio del curso escolar, cuando numerosas familias volverán a 'tomarlo' por las tardes, esta amplia zona de esparcimiento de Cartagena presenta un aspecto de evidente descuido.
Aunque el Ayuntamiento de Cartagena adjudicó en julio un contrato de «conservación de juegos infantiles y biosaludables» y otro de «conservación, reparación y reposición de materiales de juegos infantiles en Cartagena (el primero por 100.000 euros y un año de vigencia y el segundo por 116.641,59 euros y dos años), el área central de recreo para los chavales continuaba ayer pendiente de una reparación a fondo, para evitar accidentes, tanto en el suelo como en las instalaciones. Los problemas de conservación afectan también a otros parques y jardines de la ciudad, como el de San Ginés de la Jara, situado entre la UNED y el centro de salud 'El Parchís'. Allí, algunos elementos de juego, como una gran cesta móvil esperan un arreglo. Y también exigen una revisión los juegos ubicados entre el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) y la Cámara de Comercio; los de la Plaza del Rey y los del Parque Vallejo Arberola, muy frecuentado para cumpleaños y otras reuniones de padres y niños.
El último contrato de «mantenimiento de juegos infantiles en Cartagena» había sido suscrito en julio de 2011, para un periodo de vigencia de un año y por un importe de 56.640 euros. Y las quejas de los usuarios no han dejado de aumentar. Incluso, en noviembre pasado, una investigadora de la UPCT alertó sobre las medidas de seguridad insuficientes en tres parques de la ciudad: los del área del Parchís, el Molinete y la calle Capitanes Ripoll con Carlos III.
«El material de amortiguación de impactos utilizado es arena y gravilla que ha perdido espesor, no ajustándose a la normativa. Sería necesaria la reposición de estos materiales», señaló Ana López Teruel, becaria de la Cátedra de Infraestructuras Municipales Ayuntamiento-UPCT. Esta estudiante de la Escuela de Ingenieros Agrónomos analizó las condiciones y calidades mínimas de seguridad que deben cumplir los parques, según las normativas europeas, con el objetivo de servir de base a una ordenanza que el Consistorio tiene aún pendiente aprobar.
La norma municipal que, de forma sistemática y como ocurre de forma generalizada en toda la ciudad, tampoco se cumple en la zona de Los Juncos es la de protección y tenencia de animales de compañía. La campaña de sensibilización y de advertencia a los dueños de perros sobre las multas a que se exponen si no recogen los excrementos sigue siendo insuficiente, a tenor del aspecto que presenta a diario el perímetro del parque, en calles como Alfonso X y Avenida Reina Victoria.
Tampoco, a pesar de las promesas y anuncios del Gobierno local en relación con la mejora del servicio de limpieza viaria a través de Lhicarsa (compañía formada por FCC y el Consistorio), se ha atajado el problema de los orines en el interior del recinto. Columnas, farolas y otros elementos del mobiliario urbano atestiguan esta situación.
Entre los motivos de queja de los ciudadanos por la escasa atención a este enclave del Ensanche están también el aspecto exterior de los quiosco-bares, de donde se han desprendido azulejos y la falta de reposición de trozos de muro.
A través de un portavoz, el Gobierno municipal indicó que «una vez informados sobre la existencia de los desperfectos, se valorarán los daños y se actuará a la mayor brevedad» para remediarlos.
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