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El aya de Himilce aconseja a la princesa, en presencia de la sacerdotisa, anoche en el escenario del puerto.
Tanit da a la ciudad solo 48 horas

Tanit da a la ciudad solo 48 horas

El oráculo auguró la invasión romana ante un auditorio que no terminó de llenarse. Hannon el Navegante y la Gran Dama de Carthago recibieron sus nombramientos antes de la revelación de la diosa a la princesa Himilce

Eduardo Ribelles

Miércoles, 24 de septiembre 2014, 02:04

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Como en años anteriores, los carthagineses tendrán que volver a luchar contra el destino que anoche desveló la diosa Tanit, ante unas 2.000 personas en el auditorio del puerto, en el que en esta ocasión fueron visibles durante la representación algunos asientos sin ocupar.

Himilce, princesa íbera y esposa del general carthaginés, mostró a los espectadores su preocupación tras la partida de Aníbal e intentó recabar la confirmación de la deidad respecto a los sueños que la hicieron despertar asustada.

«Antes de que la luna se ponga y vuelva a salir dos veces, las puertas de la ciudad se abrirán a los romanos que la tomarán a sangre y fuego. Darás a Aníbal un hijo varón que podrá verle regresar, pero si se marcha de nuevo, no volverá», clamó la diosa, desde lo alto del templo, por boca de una de sus sacerdotisas. El texto escrito por la recordada Rosa Juaneda permanece inalterado desde hace dos décadas.

El respeto a la obra original es parte de su encanto, desde el prólogo que presenta a la mujer, el veterano agricultor y el joven guerrero pidiendo al oráculo que atienda sus deseos hasta la revelación final sobre el futuro de toda la ciudad.

A partir de ahí, los diversos directores de escena que se han ocupado del montaje han incorporado, a lo largo de los años, efectos de luz, fuegos artificiales y la aparición masiva de las tropas carthaginesas, que se reúnen para conocer el resultado del oráculo. También han ido cambiando y haciéndose más vistosas las carrozas en las que la primera dama carthaginesa llega al templo de la diosa. El público disfrutó de la representación del cuadro de personajes púnicos, en una ágil representación que llamó la atención por la energía de los movimientos en pasillos y el escenario.

Nombramientos

El acto comenzó con diez minutos de retraso por la prolongación del acto previo de imposición de honores a Hannon el Navegante, a cuya orden se integra este año Francisco Javier Cámara (Tropas de Magón), y la Gran Dama de Carthago, que es Lucía Sánchez (Mercenarios de Lobetania).

Al contrario de lo ocurrido el lunes, durante las Bodas de Aníbal e Himilce, anoche no hubo ni amenaza de lluvia ni viento. La noche fue perfecta para disfrutar de un espectáculo que se vio realzado por un sonido y una iluminación que funcionaron a la perfección.

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