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EDUARDO RIBELLES
CARTAGENA
Domingo, 25 de marzo 2018, 07:47
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La llegada en noviembre de 2017 de unos 600 inmigrantes en cincuenta pateras, concentrada en menos de 48 horas, ha obligado a la Delegación del Gobierno a analizar y buscar alternativas para la construcción de un edificio en el que identificar y dar la primera asistencia urgente a estos extranjeros. Su máximo responsable, Francisco Bernabé, confirmó que ha iniciado conversaciones con la Autoridad Portuaria para buscarle una ubicación en algún punto de la Dársena de Cartagena y no tener que volver a improvisar.
Bernabé mantiene, como ya dijo tras lo sucedido en noviembre, que la instalación de un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) en Cartagena no figura en sus planes. Todo ello pese a que el pasado verano trascendió la visita de personal del Ministerio del Interior al Hospital Naval para inspeccionar las instalaciones, cuya idoneidad fue descartada inicialmente por los problemas constructivos del edificio y por razones de seguridad. Más próximas a lo que pretende Bernabé están las afirmaciones del comisario de la Policía Nacional, Ignacio del Olmo, que hace tres semanas reveló que es necesario construir unas instalaciones permanentes en el puerto. Lo hizo después de un encuentro de coordinación con Bernabé y con otras instituciones y organizaciones, para saber qué hacer ante nuevas llegadas masivas de inmigrantes por mar.
Cruz Roja, que también estuvo representada en aquella reunión, apostó por mejorar las dependencias que tiene la Armada en La Curra, utilizadas ya como una alternativa para acoger la avalancha del mes de noviembre. La nueva directiva de la organización en Cartagena se quejó de los pocos medios que tiene para desarrollar su trabajo en la dársena portuaria.
Bernabé descartó las instalaciones militares. «En la negociación no entra La Curra», aseguró. La distribución actual de usos de la Dársena de Cartagena limita la elección a dos puntos. Uno, admitió Bernabé, es la actual ubicación del centro de mando de Salvamento Marítimo, junto a la Dársena de Santiago. Allí llegan las patrulleras de la Guardia Civil cuando solo hay que rescatar a unos pocos inmigrantes en embarcaciones precarias en alta mar. La otra es el Muelle del Carbón, adonde Salvamento Marítimo está interesado en trasladar sus nueva sede. Sin embargo, en este caso sería necesaria una negociación con Defensa, que Bernabé no contempla por ahora.
Las instalaciones tendrán que estar equipadas para acoger barcos de cierto calado, de los que desembarcar a los inmigrantes, y tener unas dependencias amplias para hacerles el primer reconocimiento médico. También para realizar la identificación, saber si hay menores y conocer si existe necesidad de adoptar alguna medida excepcional.
Por el momento, Bernabé se centra, más a corto plazo, en asegurarse de que los cuerpos de seguridad, las instituciones civiles y las organizaciones no gubernamentales responden, en menos de 24 horas, según las necesidades de los tres niveles de emergencia en el caso de llegada de pateras: por debajo de 50, entre 50 y 75 y de más de 75 inmigrantes.
En este sentido, el secretario general de Coordinación Territorial del Ministerio de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales, Juan Ignacio Romero, anunció el jueves un refuerzo en el Puesto de Inspección Fronteriza de Cartagena, que es uno de los servicios fundamentales que presta la Delegación del Gobierno a través de las áreas de sanidad animal, vegetal y exterior.
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