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Jueves, 25 de mayo 2017, 01:20
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Agentes de la Policía Nacional han detenido en las últimas semanas a dos hombres que viajaban a bordo de dos embarcaciones llegadas al puerto de Cartagena, buscadas por las justicias brasileña y rumana. El primero de ellos, por un delito de tráfico de drogas en Brasil y el segundo, por delitos contra la propiedad en Rumanía. Ambos han sido puestos a disposición de la Audiencia Nacional, para su extradición.
Conforme a las directivas europeas, la Policía Nacional realiza controles exhaustivos de las personas a bordo de las embarcaciones que atracan en los distintos puertos comerciales y deportivos, con el fin de garantizar la entrada legal al territorio español. Estos controles se realizan en colaboración con las autoridades extranjeras, tanto policiales como judiciales, canalizadas a través de la Europol y la Interpol.
Fruto de esta cooperación, los funcionarios policiales adscritos al Puesto Fronterizo Marítimo, dependiente de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la Policía Nacional, arrestaron a los dos fugitivos, sobre los que constaban respectivas órdenes de detención.
Se trata de un portugués, sobre el que pesaba una orden de captura por parte de la Interpol brasileña, por su implicación en un transporte de cocaína entre Brasil y Portugal. A través de este organismo, los agentes tuvieron conocimiento de la implicación en los hechos de este hombre, patrón de una embarcación de recreo que iba a atracar en un puerto deportivo de Cartagena.
El detenido formaba parte de una organización internacional dedicada al tráfico de drogas. En 2015 participó en el traslado de entre 70 y 100 kilos de cocaína, ocultos en el interior de un velero. El hombre formaba parte de una banda criminal asentada en la región brasileña de Baixada, dedicada al tráfico de drogas, según fuentes de la Policía Nacional.
Identidades falsificadas
Para tratar de eludir los controles y filtros de los agentes, aportaba en los puertos de destino identidades falsificadas. Esta circunstancia no fue efectiva para el de Cartagena, donde se descubrió el engaño y se procedió a su detención y posterior puesta a disposición del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional.
Del mismo modo, el ciudadano rumano, integrante de la tripulación de un mercante de bandera portuguesa, fue detectado gracias a los filtros realizados por la Policía Nacional. Este individuo hacía uso de dos pasaportes distintos, cuyas identidades pudieron ser vinculadas por los funcionarios policiales. Estos consiguieron acreditar su verdadera filiación, por lo que fue detenido.
A lo largo del pasado año se realizó controles a las 3.500 embarcaciones que atracaron en Cartagena, tanto de recreo y mercantes. Además, se identificó a la tripulación y pasaje de los 121 cruceros llegados a la ciudad.
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