La Policía estrecha el cerco a un pirómano tras quemar cinco vehículos y 30 cubos

Los barrios de San Ginés, del Ensanche-Almarjal, de Barrio Peral, de José María Lapuerta y de Ciudad Jardín sufren, desde hace tres semanas, el azote de un individuo que se dedica a quemar contenedores amparado en la oscuridad de la noche y que ya ha provocado, al menos en cinco ocasiones, que las llamas se extiendan a los vehículos aparcados al lado. Más de 30 son los depósitos que ha incendiado este pirómano. Además, sus actos vandálicos han causado graves daños en tres automóviles y en dos motocicletas. La última de ellas ardió en la madrugada de ayer, en la esquina de las calles Sóller y Jacinto Benavente, por estar estacionado junto a un depósito.

Por lo visto hasta ahora, el autor de estos delitos de daños prefiere los contenedores azules de papel-cartón porque resulta más sencillo prenderles fuego, pero también la ha emprendido con los de residuos orgánicos, con los de plástico e incluso con uno verde de forma acampanada para vidrio. «En estos casos no utiliza ningún acelerante especial. Solo papel», indicó un portavoz de la Policía Nacional, que sigue sus pasos y que confía en poder atraparle en el plazo de tiempo más breve posible. La osadía del presunto delincuente es tal que ha llegado a acumular siete incendios en una sola noche, como ocurrió en la madrugada el pasado martes.

En la Comisaría han analizado su forma de actuar y consideran que no es un pirómano al uso porque quienes tienen esta enfermedad se quedan a ver el incendio que han provocado y disfrutan con ello. El individuo al que siguen la pista los agentes no actúa así. Tras asegurarse de que ha conseguido que el fuego prenda y comprobar que el daño está hecho, se va rápido en busca de otro objetivo. Por eso no ha podido ser atrapado con las manos en la masa. «Tenemos que pillarle 'in fraganti'», indicó un portavoz de la Comisaría.

Las actuaciones escalonadas de este individuo, entre una y dos veces por semana, tienen en vilo a los vecinos. Sobre todo a los que residen en las calles más afectadas: Ronda de Ferrol, Jacinto Benavente, Carmen Conde, Jorge Juan y plaza de Vicente Ros. Por eso, uno de sus representantes mantuvo una prolongada reunión, a mediados de esta semana, con el concejal de Seguridad, Francisco Aznar y con mandos de la Policía Local.

«Sabemos que tanto en la Comisaría como en el Ayuntamiento trabajan con constancia para atrapar a este sinvergüenza. También sabemos que tienen un sospechoso, pero es muy escurridizo y no basta con las sospechas. Lo cogerán cuando tengan pruebas de que es él», explicó la presidenta de la asociación de vecinos del Ensanche, Ana de Haro. Una cámara de seguridad ha dado pistas sobre su identidad, pero es necesario seguir investigando, según explicó Aznar, recientemente. La colaboración entre cuerpos de seguridad también es plena para llegar a un resultado favorable.

Inquietud vecinal

La representante vecinal ha sufrido enfrente mismo de su casa la quema de uno de los contenedores para papel. «Ocurrió hace quince días. Desde entonces no lo han repuesto, pero me consta que sí han sustituido alguno de los que quemaron hace más tiempo», añadió.

El malestar en el barrio es grande y los vecinos empiezan a evitar las plazas de aparcamiento que están más cerca de los contenedores, sobre todo las que están en batería. «Pero si no tienes más remedio que aparcar lo haces. No te vas a ir a otro barrio a dejar el coche. Eso no tiene sentido», añadió la vecina.

En la Comisaría confían en atrapar al sospechoso más temprano que tarde, si sigue con su actividad. El portavoz consultado recordó que Los Dolores, el Barrio Peral y algunas zonas aledañas ya vivieron una situación similar hace dos años. «En aquel caso se trataba de un joven extranjero que se dedicaba a prenderle fuego a los contenedores y se quedaba a contemplar cómo ardían. Por eso pudimos atraparlo relativamente pronto», explicó.

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