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Catas arqueológicas en el solar ubicado en la calle Mayor
Un recurso de los dueños detiene la excavación en la Casa Llagostera

Un recurso de los dueños detiene la excavación en la Casa Llagostera

El propietario del solar quiere construir un parking subterráneo, pese a que el informe insta a conservar los restos romanos

E. R. K.

Jueves, 26 de enero 2017, 01:39

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Las obras en el solar de la Casa Llagostera, en la calle Mayor, acumulan tres meses de parón. El descubrimiento, en septiembre, de los restos del muelle portuario de la antigua ciudad de Carthago Nova generó un decreto de la Administración regional que obliga a elaborar un proyecto para conservarlos allí, con posibilidad de dejarlos a la vista. El propietario, que tiene proyectado construir un parking subterráneo, presentó un recurso a la resolución de la Dirección General de Cultura que aún no ha sido resuelto y que lo mantiene todo parado.

Fuentes cercanas al proyecto inmobiliario para reconstruir los edificios de los números 21 y 23 de la calle Mayor indicaron que resulta «complejísimo» resolver la cuestión manteniendo la viabilidad del aparcamiento. «Los restos romanos no se pueden sacar de allí y su conservación limita muchísimo hacer un parking», indicaron.

El proyecto de reconstrucción interior de la Casa Llagostera tiene más de ocho años de historia. En este tiempo, el plan diseñado por los arquitectos Juan Gómez y Francisco Marín ha tropezado con diversas vicisitudes: desde el conflicto con uno de los inquilinos, que regentaba un quiosco en uno de los bajos de la finca, hasta la espera para obtener las autorizaciones de la Dirección General de Cultura. El nuevo edificio iba a albergar dos sótanos para aparcamientos, una planta baja para locales comerciales y cuatro pisos, el último planteado como ático retranqueado, para albergar 23 viviendas. En el proyecto se incluye la conservación de la fachada de azulejo decorado con escudos y otros motivos ornamentales, la reconstrucción de la escalera y la reposición de la carpintería, de las molduras y de otros detalles.

Todo quedó en entredicho cuando las excavaciones en el solar tropezaron, a varios metros de profundidad, con el frente del puerto romano que recibía a los buques en la segunda mitad del siglo I después de Cristo. La obra fue paralizada y el informe preliminar de la Dirección General de Cultura dejó claro que era obligatorio «conservar in situ» los restos y ver la posibilidad de convertirlos en visitables.

En su reclamación, los propietarios piden que se les dé la posibilidad de mantener su proyecto de aparcamiento. No consta que hayan recibido contestación. Y mientras tanto, todo sigue parado. Según las fuentes consultadas, cuando se desbloquee la cuestión y antes de avanzar, es obligatorio continuar con la excavación arqueológica, que está incompleta.

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