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Portada de la revista cartagenera 'La ilustración', publicada en 1928 y cuyo ejemplar costaba 50 céntimos.
La 'Ilustración levantina'

La 'Ilustración levantina'

Esteban Satorres, uno de los periodistas más señeros del siglo XX en Cartagena, dirigió una revista que acogió lo mejor de la poesía local

LUIS MIGUEL PÉREZ ADÁN

Sábado, 10 de diciembre 2016, 00:57

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El panorama periodístico que presentaba Cartagena en 1928 podría clasificarse como único, por el número y la calidad de sus publicaciones diarias, semanales y mensuales. No es raro esta multiplicidad de periódicos y revistas y el auge que alcanzaban, si tenemos en cuenta que Cartagena era la décima ciudad de España y regionalmente uno de los polos más importantes a principios de siglo en el ámbito nacional.

Abundante es también la prensa especializada en temas médicos, religiosos, de crítica de espectáculos, industriales, náuticos, taurinos, deportivos, satíricos y por supuesto algunas con gran calado poético. De esta última temática podríamos clasificar a la revista 'Ilustración Levantina', semanal en principio para luego convertirse en quincenal.

Solo se publicarían ocho números, pero en ellos aparece una buena muestra de la potente poesía cartagenera de aquellos momentos. Los versos de poetas consagrados se funden en esta publicación con otros menos conocidos que destellan en el universo poético local. Hablamos de Requena Amorós, Miguel Pelayo, María Dolores Bas Bonald, Oscar Nevado, Rafael Perangón, Abdón Martínez, Andrés Soler Manzanares, Andrés Cegarra, Germán Gimeno, Pascual Martínez, Raimundo de los Reyes, Rodríguez Cánovas, García Valdés, Ginés de Arles y de un largo etcétera.

Con un formato moderno y con un diseño en portada de estilo art decó, esta revista no solo contendría poesía, también se autodenomina científica y artística. Fue editada por la Agencia de Publicidad Rafael y su redacción y administración estaba en la calle del Carmen, 2, 4 y 6. En su primer editorial, se anunciaba como un espejo de las actividades y aspectos de la Región, y en sus páginas deberían figurar algunos gráficos momentos de un extenso sector levantino, recogidos por el pincel, la pluma y el objetivo de sus aristas.

También se decía que el público podrá ver en esta revista no un alarde editorial, pero sí un esfuerzo, hecho, por ahora, hasta donde llega la elasticidad de sus posibilidades económicas, para dotar a Cartagena y a la Región de una Revista Gráfica que sea el Heraldo de las bellezas objetivas de aquéllas y de sus germinaciones mentales.

Para terminar con una autentica declaración de principios: «Ilustración levantina solo quiere ideas, importándole un bledo el pabellón que cubra la mercancía mental, porque el pensamiento es la única arma, que, lanzada al espacio, no está sujeta a la acción de fuerzas externas, por naturales que sean».

Con ello queda patente que, para publicar en la 'Ilustración levantina', poco o nada importaba la ideología de sus poetas. De hecho, en los nombres anteriormente citados, encontraríamos diferencias ideológicas muy marcadas, pero que en este momento podían convivir sin ningún tipo de problemas, algo que lamentablemente no sería posible en la siguiente década.

Para este tipo de publicaciones era muy importante los juicios emitidos por la otra prensa. Así, para el decano 'El Eco de Cartagena', 'La Ilustración levantina' tenía «muy buena presentación, poniendo de manifiesto el noble esfuerzo realizado para editar una notable revista gráfica regional, principalmente cartagenera, donde se recojan y presenten al público las notas más salientes de la actualidad bajo los aspectos varios de la vida artística, social y política, según el prisma de los diversos expositores locales y regionales».

Para el diario 'La Verdad', se trataba de «una promesa halagüeña para quienes sentimos dolorosamente el vacío de estas empresas (que ahora comienzan a surgir como brotes nuevos de posibles realidades) reveladoras de un temperamento colectivo pletórico de actividades culturales».

'El Porvenir' escribió: «No necesitamos insistir, pues la revista no precisa 'padrinos', ya que ella se defiende sola por sus méritos. Pero sí queremos decir, y decimos, que nos satisface que Cartagena tenga tal publicación». En Cartagena Nueva se lee: «Merecido triunfo este, pues la admirable presentación de la nueva revista-que acredita los talleres de la Levantina-». Y finalmente, 'Cartagena Ilustrada', recogía: «Su primer número, pleno de trabajos literarios, constituye un triunfo. Al darle nuestro parabién, correspondemos gustosos a su saludo, significándole que 'Cartagena Ilustrada' siente por la hermana recién nacida los mismos afectos e idénticos deseos de prosperidad y larga vida que ella tiene para nosotros».

Injusto olvido de un creador

Para todo proyecto periodístico se necesitaba un buen director y la 'Ilustración levantina', sin duda, lo tenía. Francisco Henares, en su destacado estudio 'Cartagena, Cien años de Poesía', clasifica a Esteban Satorres como el injusto olvidado de las letras cartageneras. Este longevo periodista y poeta llenó medio siglo de actividad literaria de nuestra ciudad, su presencia es vital y reconocible en todo tipo de publicaciones locales hasta su muerte en 1964. Por sí solo llenaría varias páginas de esta sección, pero hoy solo le dedicaremos unas breves pinceladas, por su relación en la dirección de esta revista.

Marino, viajero, redactor jefe, director en varios periódicos, ejerció la crítica cinematográfica y literaria con gran ironía y buen humor. De talante abierto, liberal, poeta con obra dispersa, fecunda, pero comprometida. He aquí un ejemplo: «El poeta bien quisiera/ no describir el suceso, / y ser, en cambio, en el mismo / el sol, o el agua, o el viento».

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