La Policía Local proyecta un cuartel nuevo en Pozo Estrecho y mejoras en más barrios

El segundo impulso en la aplicación del Plan Estratégico de la Policía Local 2016-2019 irá encaminado a mejorar la presencia de los agentes en los barrios. La creación de una oficina de notificaciones y denuncias para atender a las localidades de la zona oeste (estará ubicada en Canteras o en Molinos Marfagones) y la habilitación de un nuevo punto de atención a los ciudadanos en La Azohía serán las principales novedades, a corto plazo. La construcción de un nuevo destacamento en Pozo Estrecho, en un solar todavía por determinar, es un proyecto más ambicioso que se pretende culminar en lo que queda de la legislatura, según anunció ayer el concejal de Interior, Francisco Aznar.

El acto de celebración de la festividad de San Leandro, patrón de la Policía Local, fue el marco en el que tanto el alcalde, José López, como Aznar dieron rienda suelta a sus promesas. El primero reconoció que la plantilla actual de 304 agentes trabaja al límite de sus posibilidades para dirigir el tráfico, asegurar el cumplimiento de las ordenanzas y ejercer como cuerpo de apoyo en la preservación del orden público. «Necesitamos entre 80 y 100 agentes», explicó el primer edil.

En la actualidad hay 60 vacantes sin cubrir y 45 policías que se encuentran en régimen de segunda actividad, es decir liberados de los servicios de calle por motivos físicos o por la cercanía al retiro. En los próximos cinco años, treinta veteranos llegarán a la edad de jubilación. Por eso, López pidió al Gobierno central que flexibilice su posición en contra de la cobertura de los puestos libres mediante una oferta de empleo público. Los planes del Ejecutivo municipal de hacer dos, en 2018 y 2019, solo saldrán adelante con permiso del Ministerio de Hacienda.

Relevos entre los mandos

El jefe de la Policía Local, Eusebio Serna, subrayó que la creciente escasez de efectivos no solo afecta a los agentes de a pie (49 en la actualidad) sino también a los mandos (un subinspector, un oficial, tres sargentos y seis cabos). Advirtió que ese 'agujero' entre los jefes crecerá decisivamente en los próximos cinco años. En los próximos cinco años se jubilarían un inspector, un oficial, dos sargentos, cuatro cabos y 22 agentes.

Por todo ello, Aznar consideró importante obtener la autorización estatal para contratar a nuevos funcionarios. «Conseguir agentes formados no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Requiere tiempo», apuntó el concejal.

La segunda anualidad del Plan Estratégico no solo aporta novedades. Aznar admitió que hay partes que prometió poner en marcha este año, sin conseguirlo, y que quiere que sean una realidad el que viene. Entre ellas está la apertura 24 horas del cuartel del casco histórico, en la Plaza de la Merced, para que haga las veces de punto de información y oficina de denuncias y notificaciones. Su ubicación cambiará con toda probabilidad, al descolgarse el propietario del local con una solicitud de pago de alquiler que antes no existía. «Había un convenio por cinco años que ha expirado y el dueño nos solicita un arrendamiento de unos 1.400 euros al mes», explicó Aznar.

El concejal también quiere dar ese estatus, durante toda la jornada, al cuartel de Los Dolores, ubicado en el Castillito, activo solo durante ocho meses de 2012 como base de los 25 agentes que tiene asignados para actuar en la zona de El Plan. «El Plan Estratégico ha cumplido seis meses y necesita de un nuevo impulso que vamos realizar en las diputaciones», admitió el edil.

Cuarteles y oficinas

Los refuerzos que propone el Gobierno local a corto plazo son más para recibir información y denuncias que para desplegar efectivos. La apertura de una oficina de notificaciones con un policía de segunda actividad en La Aljorra ha marcado el camino que se quiere seguir en la zona oeste, en una ubicación a elegir entre Canteras y Molinos Marfagones. Asimismo, se aprovechará el local vecinal que ocupaba la junta directiva de la entidad de conservación de San Ginés de La Azohía para poner allí una oficina parecida, durante el verano.

Ninguna de estas dependencias nace como base con agentes adscritos pero los que cubren cada demarcación pueden apoyarse en su funcionamiento para ser más efectivos. «En el caso de la zona oeste, los diez agentes que actúan allí desde el pasado verano están cumpliendo bien con su labor», aseguró Aznar.

El caso del cuartel de Pozo Estrecho responde a la necesidad de dejar el local que ocupan ahora la docena de agentes adscritos a su servicio. «Es el cuartel más antiguo con diferencia y necesitamos uno nuevo», explicó Aznar.

Habrá pocas variaciones en el Mar Menor y en La Manga. En ambos casos los agentes seguirán distribuidos entre los cuarteles de El Algar y de Cabo de Palos. El nuevo plan operativo supuso rebajar levemente los efectivos en esta zona, pero eso no ha generado incidentes destacables ni quejas vecinales de importancia.

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