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La banda del Tercio de Levante interpreta sus marchas marineras ante una Plaza del Ayuntamiento con bastante público.
Mil personas honran a la mar

Mil personas honran a la mar

Emoción y aplausos en el homenaje a la provincia marítima y a los navegantes.

Eduardo Ribelles

Jueves, 6 de octubre 2016, 02:29

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Mil personas aplaudieron cuando la enseña de la cruz blanca sobre fondo rojo que identifica a los barcos matriculados en Cartagena comenzó a ondear en uno de los mástiles junto al Palacio Consistorial. El acto contó con la participación de la propia Cartagena, interpretada por una actriz y culminó una jornada festiva volcada en reivindicar la singularidad marinera de la ciudad y de enseña naval.

El Homenaje a las Gentes del Mar organizado por el Ayuntamiento acogió diversos actos festivos agrupados por primera vez con el nombre de Día de la Provincia Marítima, en conmemoración del 309 aniversario de la creación de estas demarcaciones, en 1607. Para empezar, cientos de personas pudieron visitar el buque de Salvamento Marítimo 'Clara Campoamor', en el Muelle de Cruceros.

Visitas al 'Clara Campoamor'

Durante ocho horas, niños y grandes aprendieron más sobre las tareas que desarrolla en el litoral de la Región, tanto en la lucha contra la contaminación marina, como en el remolque de buques en situación de emergencia. Uno de sus cometidos más conocidos, en los últimos años, es el rescate de inmigrantes que se juegan la vida para llegar a las costas en patera. De todo ello saben un poco más quienes ayer visitaron el barco.

En la jornada de tarde, el escenario del programa de actos fue la Plaza del Ayuntamiento, en especial la fachada y el pórtico del Palacio Consistorial. Allí un millar de personas asistió, a las siete de la tarde, al concierto de la banda de música de Infantería de Marina, dirigida por Jaime Enguíndanos Royo. En su actuación tuvieron cabida varios pasodobles y marchas marineras. Entre el público que disfrutó sentado de la actuación estuvo la presidenta de la Asamblea Regional, Rosa Peñalver. También hubo representación de los grupos políticos municipales. Asimismo, acudió una nutrida representación de la Armada, miembros de la Cofradía de Pescadores y profesionales de la marina mercante.

El alcalde, José López, contó con la colaboración de Luis Pavía Galán, en representación de la Capitanía Marítima, para izar en uno de los mástiles la enseña blanquirroja que identifica a la provincia marítima. «Es esta una bandera que se está convirtiendo en un símbolo que une a los cartageneros, que la llevan en su muñeca como pulsera, en su pecho en forma de pin y que también se puede ver en los escudos y en las camisetas oficiales de los clubes deportivos. Es una bandera de todos, un símbolo que nos une y del que estamos orgullosos», aseveró el alcalde, José López, instantes antes de elevarla a lo alto, junto a tres mástiles vacíos.

López destacó la importancia de un día «en el que los protagonistas no son las personas ilustres y conocidas por haber contribuido a engrandecer a Cartagena, sino a esos paisanos que se dejan la vida en el mar, y que merecen un enorme homenaje». La celebración de esta jornada, aseguró, no es flor de un día. Su voluntad es que ese homenaje tenga lugar «todos los 5 de octubre de todos los años».

Cartagena le habla a su pueblo

La gran sorpresa que coronó el evento fue la aparición de Cartagena, interpretada por una actriz que le habló a su pueblo. «Cuando miro al mar, mi amiga, recuerdo aquellos lejanos tiempos en los que estuve sola, porque solo había tres o cuatro humanos aquí, en cuevas, sin más empeño que seguir con vida», indicó, recordando los comienzos de la ciudad. A partir de ahí, aseguró que ha querido ejercer, con todos los que han nacido y crecido en su seno, «como una madre amorosa, acogedora, fértil y cálida».

En la intervención también hubo un toque de atención, sin alusiones concretas, «a aquellas ciudades cercanas, más jóvenes, que me han envidiado tanto, maltratándome cuando yo solo he deseado que me amen, que me lleven en el corazón, como espero que me llevéis vosotros», indicó la interprete.

Asimismo, se dirigió a los ciudadanos para hacerles una curiosa petición: «No ensuciéis mis vestidos, cuando hacéis botelleo, cachorros cartageneros, porque lo dejáis todo hecho un desastre. Afortunadamente es una minoría. Por lo general, mis cachorros son buenos críos, buenos icues, que me quieren y me respetan».

Por último, antes de una cerrada ovación de los asistentes, la intervención acabó con el reconocimiento de Cartagena como ciudad que vive por y para el mar, y que no sería la misma sin el sacrificio diario de quienes cada día se ganan la vida gracias a ella.

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