Borrar
Panorámica de la explanada que está quedando tras el desmontaje de los cuatro quioscos y el templete de música.
El Muelle se quedará desierto

El Muelle se quedará desierto

La Autoridad Portuaria dará por acabada la reforma de Alfonso XII tras desmontar los quioscos

Gregorio Mármol

Lunes, 1 de agosto 2016, 12:05

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Que nadie espere un paseo marítimo con una pérgola para protegerse en los predominantes días de sol, algún bar de diseño desde donde contemplar relajadamente los barcos en tránsito o jardines con los que contrarrestar el exceso de pavimento. La Autoridad Portuaria dará por finalizada la reforma del Muelle de Alfonso XII cuando, a finales de verano, concluya el desmontaje de los quioscos modernistas y las obras paralelas de consolidación en el parking subterráneo, que incluyen el enlosado de la superficie exterior, que quedará convertida en una gran explanada para eventos. Queda descartada la construcción de un jardín que iba a tener un juego infantil con forma de galeón como gran reclamo para familias con niños pequeños.

El organismo portuario tiene casi acabada la primera fase de su proyecto de adaptación de la parcela del Muelle de Alfonso XII. Ésta consiste en el desmontaje de los quioscos que, con poco éxito, ocuparon durante algún tiempo distintos negocios de hostelería. En esa obra invierte 95.700 euros. El Ayuntamiento pretende reutilizar las casetas en otros lugares del municipio. El presupuesto incluye la supresión de acometidas eléctricas, de agua y alcantarillado, así como el saneo y limpieza de las superficies que ocupaban. Todo ello estará acabado en quince días. De manera paralela, los obreros trabajan en la reconstrucción del forjado del aparcamiento subterráneo, según indicó una portavoz de la Autoridad Portuaria.

La tercera fase de las obras comenzará en agosto y consistirá en la pavimentación de la explanada resultante, así como del entorno de la Cámara de Comercio. El presupuesto total de estas actuaciones asciende a 435.000 euros. Y ahí acabará todo, según la misma fuente.

Con ello concluirá una reforma que tendrá menos calado de lo esperado tras cinco años de planes, estudios y obras. Quien fue presidente de la Autoridad Portuaria hasta hace dos años, Adrián Ángel Viudes, recogió el guante que a principios de 2011 le lanzó la entonces alcaldesa, Pilar Barreiro, para revitalizar el Muelle ante los reiterados fracasos de los quioscos y de la galería comercial que por entonces funcionaba con discretos resultados en el acceso al Real Club de Regatas. En plena época de restricciones económicas en los organismos públicos, Viudes reservó 1,5 millones de euros para reformas y permitió al Ayuntamiento que tomara las decisiones pues «era una obra para la ciudad», dijo.

Menos de lo previsto

De todo lo barajado entonces, la Autoridad Portuaria solo ha acometido arreglos en el bulevar -asfaltado de las calzadas y construcción de una rotonda a la altura del Mare Nostrum-, un nuevo acceso para autobuses a la terminal de cruceros y, ahora, la retirada de los quioscos de inspiración modernista que en 1999 diseñó el arquitecto cartagenero Vicente Roig. Todo ello se ha hecho a impulsos, debido a la falta de concreción del anterior gobierno municipal y las distinta ideas barajadas por los técnicos municipales, que quedaron en nada. Así fue descartada la posibilidad de construir una pérgola, de crear espacios ajardinados, de poner juegos infantiles, el barco de época y algún bar de diseño moderno a la altura de la Escala Real, frente a la Plaza de los Héroes de Cavite. A ello contribuyó la mala relación de Viudes y Barreiro.

El nuevo gobierno municipal formado tras las elecciones de mayo de 2015 también se ha decantado por dejar diáfana la explanada que ocupaban los quioscos. La Autoridad Portuaria confirmó a 'La Verdad' que no está previsto colocar elementos decorativos que puedan contribuir a hacer atractivo y acogedor ese espacio. La idea es que se pueda ver el mar desde la carretera y la Muralla de Carlos III desde el agua. Tampoco hay dinero para mucho más, ya que las actuaciones realizadas en cinco años se han comido casi todo el presupuesto.

Para eventos

La previsión es que sobre esa superficie se puedan organizar las actividades que con frecuencia acoge la Escala Real: representaciones de Carthagineses y Romanos, ferias de asociaciones, paradas militares, así como los eventos que requieren la instalación de casetas prefabricadas o grandes carpas, como las ferias gastronómica y de la cerveza.

Cinco años y 1,5 millones de euros después, los cartageneros y visitantes seguirán teniendo un paseo marítimo sin sombra ni elementos que lo hagan atractivo como espacio de ocio en las horas centrales del día, con edificios que le aportan escasa vida -como la sede de la Cámara de Comercio- y una oferta hostelera similar a la que tenía en la década pasada.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios