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Pilar Barreiro, entre el exconcejal de Urbanismo Joaquín Segado y Jacinto Martínez, en 2011 en el residencial Buenos Aires.
Una inyección de 300.000 euros evita la quiebra de la urbanización Cartagena Joven

Una inyección de 300.000 euros evita la quiebra de la urbanización Cartagena Joven

El Ayuntamiento, BMN y los promotores aportan liquidez a la cooperativa, que tiene 50 casas en manos del Estado, para no suspender pagos

José Alberto González

Lunes, 18 de julio 2016, 12:12

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La cooperativa de viviendas protegidas para menores de 35 años Cartagena Joven, uno de los proyectos estrella del Ayuntamiento en la etapa de la alcaldesa Pilar Barreiro (del PP), ha esquivado a última hora la suspensión de pagos. Eso sí, lo ha hecho tras otra inyección de dinero público y privado, para aportar liquidez, y un acuerdo con la sociedad estatal que gestiona los activos 'tóxicos' del mercado inmobiliario para tratar de vender medio centenar de viviendas a precios más bajos en Molinos Marfagones.

La mercantil Cartagena Joven SL presentó en marzo, en el Juzgado de Lo Mercantil número 1 de Murcia, una comunicación previa a la solicitud de entrada en concurso de acreedores. Entonces, alegó estar en una situación de insolvencia por el parón en la comercialización de pisos en la denominada Finca Buenos Aires, entre las localidades de Molinos Marfagones y La Magdalena.

Tras cuatro meses de incertidumbre, hace unos días el Consejo de Administración de la promotora aprobó que sus socios inyectarán 300.000 euros, la liquidez necesaria para mantener su actividad. Según fuentes conocedoras del acuerdo, los propietarios de la firma aportarán cantidades equivalentes a su cuota de participación en la empresa.

En el caso de los dos socios de referencia, Banco Mare Nostrum (antes CajaMurcia), transferirá 90.000 euros, puesto que representa el 30% del accionariado; y la Sociedad Municipal Casco Antiguo de Cartagena SA, cuyo capital es aportado de forma íntegro por el Ayuntamiento, depositará 27.000 euros, dado que es titular de un 9% de la urbanización. La aportación municipal fue autorizada en la reunión del Consejo por el delegado municipal, el director general de Urbanismo Jacinto Martínez. Según fuentes del Ayuntamiento, este funcionario actuó en representación del gerente de Casco Antiguo, Antonio García, quien dará cuenta de este acuerdo en los próximo días al Consejo de la sociedad municipal.

El resto de la propiedad pertenece a una decena firmas del sector de la promoción inmobiliaria y la construcción de la comarca. Entre todos los socios reunieron en el año 2005 un capital social de 4,5 millones de euros, de los que 406.000 euros salieron de Casco Antiguo.

Según las fuentes consultadas, en la actualidad la cooperativa Cartagena Joven tiene alrededor de ochenta pisos (con sus correspondientes garajes, pendientes de vender.

Molinos Marfagones

De ellos, cincuenta pertenecen a la Sareb (Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria), la sociedad pública conocida como 'banco malo'. Ésta se quedó con las casas a las que ni CajaMurcia, ni luego BMN, pudieron dar salida antes del pinchazo de la 'burbuja' inmobiliaria y de la nacionalización de la entidad.

Fue a finales de 2012 cuando, en medio del rescate financiero a España por parte de la Unión Europea, Banco Mare Nostrum fue nacionalizada. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) metió dinero en el grupo BMN, formado por Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedés y Sa Nostra.

Para impulsar la captación de clientes, las casas serán ofertadas a partir de ahora a unos 50.000 euros. Hay que tener en cuenta, según explicaron fuentes de la cooperativa, que en los últimos dos años apenas se ha formalizado la compraventa de cuatro casas, por unos 55.000 euros cada una. En pleno 'boom' económico, en 2008, las tarifas oscilaban entre 107.000 y 155.812 euros, con unas ayudas regionales y estatales al comprador suprimidas por la crisis.

La nueva inyección de capital permite sortear el segundo gran obstáculo con el que se han topado los responsables de la urbanización en apenas un año y medio. En enero de 2015, 'La Verdad' desveló que, coincidiendo con el décimo aniversario de su puesta en marcha, lejos de cumplirse las expectativas de tener acabada la promoción, Cartagena Joven afrontaba su posible liquidación por venta.

Fondo de inversión

Previa autorización del Consejo de Administración, BMN negociaba con un fondo de inversión extranjero la posible venta parcial o completa de la urbanización: es decir, de las viviendas ya construidas y de las parcelas aún vacías, o solo de los pisos.

La conversaciones para la compraventa del residencial, valorado en unos 30 millones de euros según una tasación realizada dos años antes, partieron de la obligación legal de BMN de desprenderse de los activos de su filial inmobiliaria, Summa Inversiones Inmobiliarias SA, para sanear sus cuentas. Al final, entre otras cosas por la polémica surgida a nivel político porque el equipo de gobierno dio su visto bueno a este proceso sin consultar o informar antes a los grupos de la oposición, la negociación no fructificó.

En el caso de la Sociedad Municipal Casco Antiguo, pasado el Consejo de Administración autorizó la firma una póliza de afianzamiento del préstamos suscrito por Cartagena Joven con Caixa Bank.

En ese momento, el municipio adeudaba a esa entidad bancaria 196.757 euros y el conjunto de la promotora, 2.186.000 euros. El crédito inicial contratado por la cooperativa, para afrontar con garantías el desarrollo urbanístico a las afueras de la ciudad de Cartagena, ascendió a 2.186.000 euros.

La finca del residencial Buenos Aires tiene una superficie de 241.619 metros cuadrados, de los que 18.000 fueron reservados para equipamientos educativos.

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