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Un equipo de cirugía trabaja en un quirófano del Hospital Santa Lucía.
El Santa Lucía funcionará este verano con 50 camas menos y solo con 10 quirófanos

El Santa Lucía funcionará este verano con 50 camas menos y solo con 10 quirófanos

Sanidad volverá a reducir servicios y horas de atención en consultorios y centros de salud del 1 de julio al 31 de agosto

Antonio López

Jueves, 16 de junio 2016, 11:02

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La Gerencia del Área de Salud II de Cartagena ya tiene conformado su plan de reestructuración de servicios para este verano. Prevé cerrar, al menos, dos plantas equipadas con cincuenta camas y media docena de quirófanos en el Santa Lucía. Para el Santa María del Rosell, como ya avanzó este diario hace dos semanas, los planes pasan por dejar de hacer operaciones en las diez salas de cirugía e inhabilitar la planta de hospitalización (la Primera B), abierta en marzo. Una portavoz de la Gerencia indicó que hasta que no lo haga público la consejera de Sanidad, Encarna Guillén, que es quien da el visto bueno a las medidas «no hay nada oficial». A pesar de ello, la mayoría de los trabajadores ya conocen estas previsiones, por la cercanía del verano.

  • En el Hospital Santa Lucía.

  • Se prevé cerrar dos plantas con medio centenar de camas, y, al menos, seis quirófanos.

  • En el Hospital Santa María del Rosell.

  • Los planes pasan por dejar inactivas las diez salas de cirugía y una planta de hospitalización con una treintena de camas.

  • Consultas externas de los dos hospitales.

  • Funcionarán a un ritmo reducido.

  • Consultorios médicos y centros de salud.

  • Se reducirán las horas de atención de pacientes, aunque no está previsto que se cierre ninguno.

  • Plantillas.

  • La consejería no cubrirá todas las vacaciones, bajas y días de libre disposición.

  • Fechas.

  • El plan de reestructuración de servicios del verano entrará en funcionamiento el próximo 1 de julio, hasta el 31 de agosto.

Al cierre y a la reducción de servicios se le unirá otro factor: no se cubrirán todas las bajas de personal por vacaciones, lo que provocará una reducción de plantillas tanto en los hospitales como en los centros de salud. Es el quinto año consecutivo que la dirección toma esta decisión siguiendo criterios económicos, algo que ha vuelto a desatar las quejas de los vecinos y de los sindicatos del sector sanitario. Desde la Junta de Personal estudian ya estas medidas restrictivas, para ver qué consecuencias podrían tener.

Los representantes sindicales de los empleados sanitarios se mostraron ayer muy enfadados, porque por la mañana el gerente del Área, José Sedes, desconvocó una reunión prevista para informarles sobre los ajustes estivales. «Nos ha dicho que finalmente será la consejera la que informará de todo ello más adelante, pero nosotros queremos conocer cuáles son sus planes para tomar medidas», dijo el presidente de la Junta de Personal, Antonio Martínez.

Los sindicatos tienen previsto reunirse el lunes para analizar los planes de julio y agosto. Hasta entonces, dijo, «no emitiremos una opinión, aunque nos parece indignante». Quien sí mostró su malestar fue el presidente de la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública Salvemos el Rosell, Leandro Sánchez: «La Comunidad vuelve a jugar con la salud de los cartageneros, en un momento en el que más servicios se necesitan por la llegada de miles de turistas a la playas».

Ginecología y Medicina Interna

En el Santa Lucía se seguirá con un plan muy parecido al del pasado año, ya que Sanidad quiere parar la actividad en seis de las dieciséis salas de operaciones. Además, prevé unir la Unidad 31, de Medicina Interna, y la Unidad 32, de Ginecología. Así quedarán inoperativas 32 camas, a las que se sumarán las 16 que hay en la U-25, cerrada desde hace varias semanas.

En el Rosell se cerrará la planta de hospitalización con una treintena de camas. Los diez quirófanos estarán inactivos. Estos, donde se realizan operaciones a pacientes que requieren ingresos de unos dos o tres días antes de recibir el alta, comenzaron a funcionar en marzo, con motivo de la puesta en marcha del Plan Funcional que la Consejería de Sanidad diseñó para dotar de más servicios al Rosell. A ellos se les unió ese mismo mes la reubicación de las 14 camas y 20 sillones de Cirugía Mayor Ambulatoria -operativa desde hace dos años- y la puesta en marcha de una unidad de semicríticos posquirúrgicos, con tres puestos. También dejarán de funcionar hasta septiembre.

Además, las consultas externas de ambos centros hospitalarios estarán en marcha a un ritmo más reducido que en invierno. En algunos casos, los médicos especialistas tendrán que asumir las agendas de pacientes de otros compañeros, ya que las sustituciones por vacaciones también serán las mínimas. Una situación similar ocurrirá en los centros de salud y consultorios, cuyos profesionales también deberán hacerse cargo del listado de otros, porque la Gerencia tampoco cubrirá los días libres.

En este caso, médicos de familia ya se han negado a asumir más pacientes de los correspondientes. La consecuencia de no cubrir las vacaciones de todos los médicos de cabecera es que la cartera de pacientes se reparte entre los demás profesionales. En la mayoría de ocasiones, un médico asume la totalidad de otro compañero, es decir, pasa de treinta a sesenta. A ellos debe sumar los que llegan con alguna urgencia, para los que el centro de salud siempre deja, al menos, una decena de huecos libres en la agenda de cada facultativo.

Además de todo ello, las instalaciones sanitarias de algunos pueblos volverán a echar el cerrojo, como en verano de 2014. Los de Los Puertos de Santa Bárbara de Arriba y San Isidro, situados en la zona oeste, podrían volver a dejar de pasar consulta. Se trata de consultorios médicos con un número de cartillas muy reducido pero que dan servicio a personas mayores.

Reducción de los horarios

Además de todo ello, hay previsto una reducción de horarios. El año pasado afectó a Las Lomas del Albujón, Canteras, Tallante, La Magdalena, Santa Ana, Perín, La Aljorra y Miranda. Éste aún está por decidir. Desde la Consejería se insiste en que durante el verano disminuye la presión asistencial en los hospitales, lo que hace innecesario mantener todas las plantas abiertas.

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