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Estudian si los 'ociódromos' en el Mandarache y el Eroski son viables

Eduardo Ribelles

Viernes, 27 de mayo 2016, 12:12

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La disponibilidad de amplias zonas libres y de fácil utilización para albergar a muchas personas permitirá abordar el problema del botelleo en Cartagena de manera distinta a la de Cabo de Palos. «Hay varios colectivos que han apoyado la creación de al menos dos 'ociódromos', en el entorno del Centro Comercial Eroski y junto al Centro Comercial Mandarache», explicó ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Aznar, al finalizar la reunión del Pacto por la Noche.

Ambas propuestas ya salieron a relucir en la última reunión de esta comisión de participación ciudadana, pero de manera colateral. Ayer, Aznar se comprometió a llevar una propuesta suficientemente documentada sobre esas dos alternativas. El objetivo es evitar que los que practican el botelleo se concentren en la Plaza de la Universidad -campus de la Muralla del Mar-. Allí, no solo molestan a los vecinos del Barrio Universitario, sino que están junto a la antigua Plaza de Toros, que se encuentra en ruinas, y que encierra en el subsuelo el Anfiteatro Romano. La intención de Aznar es acabar con ese asentamiento del botelleo y con otros que han proliferado en el Parque Arqueológico del Molinete y, más recientemente, en la Plaza de Juan XXIII.

«La propuesta respecto a los terrenos de Mandarache es que aquello ejerza como 'after' o zona de concentración de madrugada», indicó Aznar. Los que hay junto al Eroski ya son utilizados de manera habitual para hacer botelleo. La iniciativa es de Cartagena Sí Se Puede y pretende que se tomen las medidas de seguridad que no se pueden aplicar en la Trips de Cabo de Palos. En sus planes se incluye la adecuación de esos lugares para un ocio cultural que vaya más allá del consumo de alcohol.

Actuaciones en el centro

La presidenta de la Federación vecinal, Cristina Roca, pidió que se preste atención también a las aglomeraciones de determinadas calles del casco histórico, como Cañón, Aire y Jara. «He solicitado que se tomen allí unas medidas igual de duras que las que se van adoptar para el verano en Cabo de Palos, pero contra determinados bares», subrayó. A su juicio, «no se puede permitir que los bares le cambien el vaso de cristal por uno de plástico a los clientes para que se tomen su copa mientras fuman y charlan fuera». «Hay que sancionar al que bebe, pero también al que lo facilita», dijo.

Juan José López Escolar, de Hostecar, advirtió de que «será difícil convencer a los hosteleros de eso si junto a sus bares se permite a la gente que haga botelleo».

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