La corrosión de los pilares obliga a reparar el viaducto de la A-30

Decenas de operarios con los chalecos amarillos de las brigadas de mantenimiento de la Red de Carreteras del Estado rocían durante estos días los pilares y los laterales del viaducto de la autovía A-30 con áridos para eliminar toda la capa corroída por los gases contaminantes salidos durante décadas por las chimeneas de Potasas y Derivados y Española del Zinc. Su mal estado ha llevado a iniciar unas obras de urgencia que obligarán a bloquear el tráfico, a partir del próximo miércoles en los carriles de entrada a la ciudad hasta el Paseo de Alfonso XIII. Este primer corte durará dos meses. El de la calzada de salida tendrá lugar entre mayo y junio.

Las inspecciones realizadas por la Demarcación de Carreteras detectaron que el hormigón que reviste las estructuras metálicas de sustentación del puente estaba muy desgastado. Por eso se pasó un informe al Ministerio de Fomento y el secretario de Estado, Julio Gómez-Pomar, firmó a principios de este mes el decreto de las obras de emergencia, para realizarlas antes del verano.

La primera fase ha supuesto el vallado de la zona que hay bajo el viaducto. Allí, varios elevadores permiten a los obreros sanear todos los elementos que están a puntos de desprenderse y que es necesario eliminar para reconstruirlos posteriormente. También se ha depurado el óxido que puede haber afectado al armazón de metal. Durante esta etapa no ha sido necesario cortar el tráfico, ni tampoco ha habido que hacer modificaciones en el trayecto de los trenes por la vía férrea que pasa bajo la carretera.

Sustitución de los pretiles

En fases posteriores de la actuación se repondrá el hormigón en los pilares para devolverlos a su estado original. Además, se hará una completa sustitución de los pretiles o barandas laterales, a lo largo de los 640 metros de longitud del viaducto. Los trabajos permitirán avanzar a razón de veinte metros por carril y jornada.

El Ministerio de Fomento considera incompatible el tráfico rodado con la sustitución de los laterales del viaducto. Por eso, ha comunicado al Ayuntamiento que es necesario cortar el tráfico durante dos meses en los carriles de entrada, en los que se hará esa sustitución. En mayo y junio, la obra se realizará en la calzada de salida de la ciudad y los cortes se llevarán a cabo en ese sentido. El motivo es el peligro de mantener la circulación por un viaducto sin barandillas lo cual multiplica el riesgo de los automovilistas de caer al vacío.

El acuerdo entre administraciones limita el corte de tráfico a los días laborables, lo cual excluye las festividades de Semana Santa y los fines de semana.

Desvíos recomendados

El Ayuntamiento ya ha hecho público un mapa con los desvíos recomendados para la entrada de los miles de coches que cada día pasan por el viaducto, según la zona de la ciudad a la que vayan. El más directo para llegar al centro urbano es tomar la salida que conduce al Hospital Santa Lucía. Por ahí se puede conectar con la carretera de La Unión, que desemboca en al plaza Bastarreche o seguir hacia Lo Campano, Santa Lucía, Los Mateos y la zona portuaria y litoral.

Una segunda opción para acceder a la zona norte de la ciudad es desviarse por la salida de Los Barreros, que conduce también al Barrio Peral, a José María Lapuerta y a San Félix. Por último, los habitantes de San Ginés, del Ensanche y de Torreciega pueden optar por atravesar el Polígono Industrial Cabezo Beaza para llegar así a sus hogares.

El viaducto de la A-30 fue construido para superar la línea férrea y el entorno de balsas y depósitos de almacenamiento de subproductos, utilizados por Potasas y Española de Zinc. Su eliminación fue uno de los ingredientes del proyecto de un nuevo ensanche oeste, propuesto en 2003, una vez cerrada la primera de esas empresas,. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada hace tres años cuando se eliminó la opción del soterramiento ferroviario.