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Antonio López
Viernes, 18 de diciembre 2015, 00:43
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La Consejería de Sanidad mantendrá sus planes de abrir 55 camas y media docena de servicios en el Rosell el año que viene a pesar de que unos tres mil vecinos (mil según la Policía Nacional y cuatro mil, los organizadores) le pidieran anoche en la calle con gritos y carteles que lo equipe al completo. Aunque en menor número que en las tres manifestaciones anteriores, cartageneros, unionenses, pachequeros y fuentealameños salieron a exigir «una sanidad pública y de calidad», como se leía en la pancarta de la cabeza de la marcha.
«Con los servicios y camas que habilitemos el próximo año, Cartagena tendrá una asistencia sanitaria por encima de la media regional. A pesar de ello mantendremos el diálogo y continuaremos evaluando las necesidades del área», aseguró un portavoz autorizado de la Consejería tras la protesta.
La Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública anunció al inicio de la manifestaciones que hay razones suficientes para mantener su lucha «parar conseguir un Rosell al cien por cien a través de más concentraciones», según su portavoz, Leandro Sánchez.
Pasados diez minutos de las ocho de la noche, partió desde la Plaza del Ayuntamiento la manifestación más política de cuantas se han celebrado hasta ahora -a tres días de unas elecciones generales y por la presencia de cuatro alcaldes de la comarca así como de diputados regionales y candidatos al Congreso y Senado del PSOE, Ciudadanos y Podemos-.
Cánticos y pancartas
Los cánticos como «Sanidad pública y de calidad», y las pancartas, algunas de ellas con lemas tan reivindicativos como «Ni recortes ni subir impuestos ni copago. Las pensiones no se tocan» destacaron en una marcha sin incidentes y en la que el PP fue objeto de todas las críticas.
La comitiva discurrió por la calle Mayor, la Puerta de Murcia y el Icue, para seguir por Santa Florentina y la Plaza de Juan XIII de camino al Paseo de Alfonso XIII. Todas ellas son vías céntricas, lo que permitió que mucha gente se sumara al paso.
La cabeza de la manifestación comenzó a llegar a la puerta de la Asamblea Regional hacia las nueve. Allí, sobre un escenario improvisado, la enfermera María José Marín leyó un manifiesto sobre los motivos de la convocatoria, entre las que destacó «porque tenemos peor atención primaria que el resto de la Región, por las listas de espera, por las derivaciones a concertados, por el colapso de la puerta de Urgencias del Santa Lucía, porque solo abrirán el Rosell al 14% y por la privatización de los servicios».
Trabajadores sanitarios, vecinos, delegados sindicales, políticos y miembros de la plataforma exigieron que el hospital del Paseo disponga de «Unidad de Cuidados Intensivos, más quirófanos, servicios de anestesia, de reanimación y de radiología, laboratorio de análisis clínicos, plantas de hospitalización, Unidad de Medicina Interna y todas las especialidades». También pidieron el desdoblamiento del área de salud. La movilización concluyó con normalidad a las diez de la noche.
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