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Terrenos del Plan Rambla, con varios bloques de pisos de la calle Luis Calandre al fondo.
El promotor Tomás Olivo exige 56 millones al Ayuntamiento por el Plan Rambla

El promotor Tomás Olivo exige 56 millones al Ayuntamiento por el Plan Rambla

La revisión del Plan General en el área de expansión junto al Cartagonova acaba en los tribunales porque afecta al proyecto

José Alberto González

Lunes, 18 de mayo 2015, 12:19

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Una cantidad equivalente al 30% del presupuesto municipal para todo este año. O lo que es lo mismo, 56 millones de euros. Ésta es la cantidad que el conocido promotor inmobiliario Tomás Olivo ha exigido al municipio por la modificación del denominado Plan Rambla, el proyecto de expansión de la ciudad al oeste, en el triángulo formado por el estadio Cartagonova, el Barrio de la Concepción y la Avenida Sebastián Feringán.

El empresario de Balsapintada (Fuente Álamo), dueño mayoritario de los 50.000 metros cuadrados de terreno, cuyo plan de urbanización fue aprobado en 1989, es decir hace 26 años, ha presentado en concreto una reclamación patrimonial en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Cartagena. Y lo ha hecho a través de la empresa que agrupa sus negocios inmobiliarios en el municipio, Cartagena Parque SA.

Así lo confirmaron a 'La Verdad' sendos portavoces del Consistorio y de la empresa, que en todo caso coincidieron en que las partes mantienen abierta la negociación que iniciaron a mediados del año pasado para buscar un acuerdo extrajudicial.

Todo «paralizado»

«El Parque de la Rambla, y en general, todo el Plan Parcial de la Rambla está paralizado. Se han mantenido contactos con Tomás Olivo para tratar de reactivarlo, pero interpuso un contencioso contra la aprobación definitiva de la Revisión del Plan General en la zona de la rambla, pendiente de resolución, y después una reclamación patrimonial que está en el juzgado», indicaron desde la Concejalía de Urbanismo. El plan presentado por el empresario en el año 2001 incluía 2.000 viviendas y 26.000 metros cuadrados de zonas verdes.

En la concejalía que dirige Francisco Espejo mantienen su confianza en llegar a un entendimiento con Olivo, entre otras cosas para iniciar la urbanización de las calles cercanas al Palacio de Deportes. Aunque la construcción, el equipamiento y la adecuación exterior de esta infraestructura municipal no han terminado a pesar del retraso de seis años respecto a la fecha prevista, las autoridades locales quieren desbloquear cuanto antes lo referido al Plan Rambla, para mejorar esa parte de la ciudad.

Otro factor que explica este interés es que, a mediados de junio, está previsto que acabe la remodelación de Sebastián Feringán (una obra de la Mancomunidad de Canales del Taibilla) y se quiere abordar una regeneración urbanística mayor.

«Nosotros nos sentimos perjudicados por la modificación del Plan General, y por eso hemos presentado un recurso y una reclamación. No obstante, siempre hay posibles soluciones fuera de los pleitos», dijeron desde la empresa de Olivo. Y añadieron que si esta compañía no ha urbanizado hasta ahora no ha sido por falta de voluntad, sino «por distintas circunstancias ajenas a la empresa, como las diferencias entre los propietarios del suelo y los cambios en el planeamiento municipal».

En noviembre pasado, Espejo dijo que trataría de cerrar un acuerdo en seis meses, antes de que terminara la legislatura. Salvo pacto de última hora, el asunto será heredado por el Gobierno que salga de las urnas en las elecciones locales del 24 de mayo.

«No pueden seguir pasando los años y que esta zona tan importante de la ciudad siga sin desarrollar. Hay que terminar las obras de urbanización y conseguir que haya servicios públicos en condiciones. No hay que escurrir el bulto, sino buscar soluciones. Y ambas partes tenemos voluntad de llegar a un acuerdo», aseguró entonces Francisco Espejo. Y añadió que el Ayuntamiento se planteaba el Parque Rambla como una «oportunidad» para mejorar la entrada desde Molinos Marfagones y dar continuidad a Sebastián Feringán.

El Gobierno local que dirige Pilar Barreiro y a anunció, en diciembre de 2010, que quería dar un impulso al Plan Rambla. El entonces edil de Urbanismo, Joaquín Segado, anunció que a través del nuevo Plan General, el Ayuntamiento establecería un mecanismo para poder designarse a sí mismo urbanizador, en caso de que el desacuerdo con Olivo persistiera. El edil señaló que el Consistorio podría exigir a los afectados que le adelantaran el dinero de la urbanización de las calles y la instalación de los servicios públicos. E hizo esta evaluación política: «Han sido ya mucho años de espera y la ciudad lo pide».

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