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El profesor de la Politécnica Salvador García-Ayllón, durante su conferencia, en el Salón de Grados del antiguo CIM.
Dos estudios de la UPCT alertan de los perjuicios de trasladar la estación

Dos estudios de la UPCT alertan de los perjuicios de trasladar la estación

La jornada sobre el futuro del ferrocarril en la ciudad concluye que existe un «interés económico más que general en llevar la terminal a Mandarache»

Antonio López

Lunes, 26 de enero 2015, 12:02

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Por su cercanía al centro de la ciudad y al puerto, por su interconexión con el Feve y la estación de autobuses, por su enclave privilegiado que no divide a la ciudad, por los beneficios para el barrio y por el menor coste que supondría para la llegada del AVE. Estas son algunas de las conclusiones que se obtuvieron ayer en la jornada 'El futuro del ferrocarril en Cartagena', celebrada en el salón de grados de la Facultad de Ciencias de la Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), organizada por la Plataforma No al Traslado de la Estación.

Las más de cien personas que presenciaron las cuatro conferencias de expertos en patrimonio, transporte, infraestructuras y urbanismo, se llevaron una idea clara: que existen más perjuicios que beneficios si finalmente se traslada la estación de tren al Mandarache, como pretende el Gobierno local.

Los estudios de tres profesores de la UPCT, Salvador García-Ayllón, Mario Páez y Marcos Ros avalan esa teoría. El último de ellos, el docente de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura y Edificación, y experto urbanista cree que apostar por el actual emplazamiento sería más beneficioso, porque «si algo busca un visitante cuando llega a una ciudad en tren es otros medios de transporte, y la estación tiene muy cerca el Feve y los autobuses. Además, quiere estar cerca del centro y del puerto, y la actual lo está a apenas diez minutos andando de ambos lugares».

Enclave privilegiado

En su opinión, se trata de un enclave «privilegiado», porque una estación que no vertebra una ciudad, como la de Cartagena, «genera muchas oportunidades de negocio, que en la actualidad no se han aprovechado».

En su ponencia dejó claro que si existe algún motivo por el que él cree que es necesario trasladarla es «solo económico». Piensa que de esa forma se rompería la centralidad que ahora tiene el actual emplazamiento. Además, apuesta por una modernización de la actual línea de tren a través de su electrificación, ya que de los 50 minutos que se tarda en recorrer el trayecto entre Cartagena y Murcia, se pasaría a 35.

También apuntó que manteniendo la estación donde está, la ciudad tendría una oportunidad para crecer hacia el este, es decir hacia el Hondón. Precisamente, sobre este punto basó su intervención su colega, Salvador García-Ayllón, quien apuesta por soterrar el tren o el AVE a su llegada al Sector Estación, porque «de llegar en superficie supondría crear una herida para cien años». Cree que seguir en el actual emplazamiento sería una oportunidad, con una planificación urbanística importante, para que Cartagena se expandiera hacia su lugar natural. Esos terrenos, según este profesor se podrían liberar para la construcción de viviendas y bajos comerciales, algo que no supondría una inversión tan importante como la opción del Mandarache.

Sobre este emplazamiento habló Mario Páez. Su teoría es que el traslado de la estación se hace más con un interés económico que general, ya que la venta de los terrenos supondría un beneficio para las arcas municipales cercano a los 71 millones de euros. Un dinero que valdría para sufragar los gastos que tendría que afrontar el Ayuntamiento por la llegada hasta esa zona del AVE.

Más esperas

Sobre este asunto, el ferroviario, sindicalista de Comisiones Obreras (CC OO) y ex consejero del consejo de administración de Renfe, Antonio del Campo Navarro, dio a conocer los pormenores de un proyecto que «de momento no se puede asegurar que vaya a ser una realidad en 2016, si vemos que en Murcia, aún no está terminado».

Cree que, de nuevo, los cartageneros tendrán que esperar más años para ver entrar un tren AVE a la ciudad, por eso apuesta por la electrificación de la actual línea. «Se debería priorizar la mejora de las prestaciones del actual vehículo, porque la Alta Velocidad tardara mucho en llegar y cuando lo haga no será a 300 kilómetros por hora, sino a menos», aseguró. En su conferencia explicó el coste que supondrá el proyecto. De los 500 millones presupuestados al principio se han quedado en 112. De ellos, parte tendrán que ser sufragados por la Comunidad y el Ayuntamiento, ya que estas dos administraciones tendría que correr con los gastos de las obras de entrada a la ciudad.

Por su parte, el presidente de la Asociación para la defensa del patrimonio de Cartagena, Juan Miguel Margalef, expuso 'El valor patrimonial de la estación de Cartagena'. Cree que el conjunto de la estación podría haber sido declarado Bien de Interés Cultural «si se hubiera solicitado». También apuesta por dejarla en el lugar que ocupa y sobre el AVE dijo que el primer paso que hay que dar es estudiar las necesidades comunicativas de Cartagena para aclarar si realmente es preciso la llegada de la Alta Velocidad.

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