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Fran Gómez y Benito Rodríguez recogen rábanos de una de las parcelas, en el paraje Los Cortijos de La Aparecida.
Escuela de 'ecohortelanos'

Escuela de 'ecohortelanos'

Ociohuertos Cartagena alquila parcelas en La Aparecida para cultivar vegetales e imparte talleres de agricultura ecológica

ANTONIO LÓPEZ

Viernes, 21 de noviembre 2014, 11:55

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Las siembran, las riegan, las ven crecer y por último las recolectan y se las llevan a su casa. El placer de cultivar las frutas, verduras y hortalizas que uno mismo va a consumir no tiene precio, sobre todo si son ecológicas. Eso lo saben muy bien dos 'ecohortelanos' de La Aparecida, Benito Rodríguez, de 51 años, y Fran Gómez, de 33, que desde hace un año dirigen Ociohuertos Cartagena, una sociedad que se dedica a alquilar pequeñas parcelas a personas que quieren tener su propio huerto.

  • LA EMPRESA

  • 40

  • metros cuadrados de extensión tienen las parcelas que alquilan en La Aparecida.

  • 35

  • euros es el precio que se paga por la parcela, los talleres y la formación.

  • Nombre.

  • Ociohuertos Cartagena.

  • A qué se dedica.

  • Al alquiler de pequeñas parcelas en un campo de La Aparecida y a la formación y educación de niños y mayores en la agricultura ecológica.

  • Página web.

  • www.ociohuertoscartagena.com.

  • Año de creación.

  • 2013.

Su filosofía de empresa no es solo la de arrendar tierra sin más, sino la de educar. Por eso, los más de 2.500 metros cuadrados que han destinado a este proyecto parecen más que un campo una escuela al aire libre. Además de aconsejar a sus socios cómo cultivar sus hortalizas, allí dan clases sobre qué es y en qué se basa la agricultura ecológica. Además imparten talleres de semillas y de huertos verticales, entre otros, así como charlas a escolares.

Su idea surgió hace dos años, cuando ambos quedaron en paro. Para organizar y montar la parcela, ubicada en el paraje Los Cortijos de La Aparecida, tardaron siete meses. Desde entonces, lo que comenzó siendo un negocio ahora se ha convertido en una sociedad compuesta por una veintena de personas.

Actividad lúdico-educativa

«La filosofía que rige nuestro funcionamiento es la de la agricultura ecológica planteada como una actividad lúdico-educativa, en la que el objetivo es principalmente conocer la naturaleza, intercambiar nuestros conocimientos con los demás y practicar un cultivo sostenible y respetuoso desde el punto de vista medioambiental», comenta Benito Rodríguez.

El precio del alquiler mensual de las parcelas, de 40 metros cuadrados aproximadamente, es de 35 euros. Ociohuertos Cartagena asesora a los principiantes y los forma para que su trabajo tenga una buena recompensa. De su pequeño invernadero sacan la mayoría de semillas que después siembran sus socios.

Todas las parcelas tiene instalado un grifo para el riego por goteo. Los arrendatarios tiene a sus disposición un almacén de aperos, donde pueden guardar sus herramientas, además de zonas comunes. «Aquí se lo proporcionamos todo y si una semana alguien no puede venir por cualquier circunstancia, nosotros nos encargamos de cuidarle el huerto», explica Benito.

Grupos de escolares

Por sus instalaciones pasan grupos de escolares e incluso algún colegio les ha alquilado una parcela para actividades extraescolares. «Hemos llamado a la puerta de varios centros para ofrecer nuestros servicios. Creemos que es una buena forma de que los niños aprendan que, por ejemplo, un pimiento, una cebolla, un tomate o una patata no salen de las estanterías de los grandes supermercados, sino de la tierra», indica este emprendedor.

Por su tierra no pasa ningún tipo de productos fitosanitarios, solo estiércol, paja y abono verde, con el que ayudan a las plantas a nacer y crecer. «Lo que queremos conseguir con este proyecto es que nuestros socios aprendan los beneficios de la agricultura ecológica, pero también lo bueno de estar al aire libre», dice Fran.

El terreno se completa con una zona común donde los 'ecoagricultores' pueden descansar tras la tarea. Es la misma zona donde se imparten los talleres y clases formativas. Además, hay un área de barbacoa, donde los arrendatarios se reúnen los fines de semana a comer.

«Ese es, precisamente, otro de nuestros objetivos. Queremos que las parcelas sean, más que una forma de producir hortalizas, una forma de unir a la gente, que se vuelva a recuperar las relaciones entre personas», añade Gómez.

De momento, tienen alquilado el 40% de las parcelas, pero confían tanto en su proyecto que saben que ese porcentaje se incrementará en poco tiempo. Mientras eso llega, Benito Rodríguez trabaja en la hostelería y Fran Gómez, en un taller.

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