Repsol inicia la primera gran revisión de su refinería con una inversión de 20 millones

Seiscientos expertos soldadores, ingenieros de mantenimiento y mecánicos cualificados, entre otros profesionales, comenzaron ayer a revisar parte de las instalaciones de la refinería de Repsol de Escombreras. Se trata de la primera parada de mantenimiento de la planta tras dar por acabada la ampliación de la factoría, a finales de 2011. Los trabajos se alargarán durante mes y medio, costarán 20 millones de euros y se centrarán en las unidades de producción más antiguas.

Aunque a diario participarán alrededor de 600 obreros, Repsol prevé alcanzar picos de trabajo en los que necesitará a más de 800, pertenecientes a medio centenar de empresas subcontratadas, la mayoría de ellas locales. Pero también han sido contratadas firmas de otras regiones para desempeñar trabajos muy específicos que no realizan las de la zona, según informó ayer la compañía petrolera.

Junto a los empleados de las empresas auxiliares, en la revisión participará otro centenar de empleados de la plantilla de la refinería, concretamente los que pertenecen a las unidades de producción que serán revisadas. Ellos serán los encargados de supervisar cada uno de los trabajos que se lleven a cabo, para comprobar que todo se hace según la reglamentación del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.

El objetivo de la primera gran parada en la nueva refinería es mejorar la seguridad de las instalaciones. Durante los próximos 45 días se realizará un conjunto de trabajos de revisión, reparación y mejoras de los equipos que componen estas unidades y que están incluidos en el calendario de mantenimiento de instalaciones. La idea es que «la fábrica siga operando en máximas condiciones de seguridad y con la mayor eficiencia energética y medioambiental», según explicó la empresa.

Hornos y subestaciones

Hasta diciembre se ejecutarán trabajos en más de 250 equipos. Entre ellos destacan la mejora de eficiencia en hornos y en subestaciones, así como la modificación de equipos para asegurar la integridad de los trabajos de producción y la seguridad de las personas. Para desempeñarlos, los obreros han sido formados con cursos específicos.

La revisión de las instalaciones no provocará en ningún momento la parada de la producción, ya que se trata solo de la comprobación de equipos localizados. La fábrica seguirá funcionando al 100%.

Con estas acciones, Repsol sigue dando pasos para alcanzar el objetivo de reducir sus emisiones de CO2 en un 22% antes de 2016, como anunció su consejero delegado, Josu Jon Imaz, el pasado mes de mayo. Además, el desarrollo de este plan prevé la reducción de 300.000 toneladas de CO2 al año, una cifra que ya ha alcanzado Escombreras, según los datos aportados por la empresa.

Las paradas de mantenimiento están programadas y se rigen por un calendario plurianual en todas las plantas de la compañía, por lo que se irán repitiendo de forma periódica para la revisión integral de cada una de las unidades de la planta. La próxima de ellas está prevista que se ejecute el año que viene. Entonces, la inversión será mayor, ya que los trabajos abarcarán casi el doble de unidades que en la actualidad.

Nuevo ciclo de vida

Según la compañía, «las paradas son actuaciones de mantenimiento preventivo y correctivo, en las cuales intervienen los equipos de las plantas industriales para asegurar su nuevo ciclo de vida». Después de los trabajos de revisión, las unidades afectadas «recuperarán plenamente sus condiciones originales para producir de forma segura y más eficiente, de acuerdo con los más altos estándares de seguridad».

Tras el proyecto de ampliación, la refinería de Cartagena ha revisado su plan plurianual de paradas, adecuándolo a su nuevo esquema de producción. Según éste, supondrá programar y ejecutar una revisión de mantenimiento anual, con un alto volumen de trabajo, durante los tres próximos años para las áreas de Conversión y Lubricantes.