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1. Inventor y piloto. Juan de la Cierva, a los mandos del autogiro, a su llegada a Cartagena el 9 de septiembre de 1930. 2. En El Almarjal. El revolucionario aparato, en el campo de aviación, junto al campo de deportes del Cartagena FC. 3. Apoyo institucional. El alcalde, Francisco Moz Delgado, lanzó una proclama para que el pueblo de Cartagena recibiera al ingeniero y su invento.
Juan de la Cierva vuela en su autogiro
FOTOHISTORIA DE CARTAGENA

Juan de la Cierva vuela en su autogiro

El célebre inventor, cuya madre era natural de Cartagena, aterrizó en 1930 en El Almarjal con la máquina precursora del helicóptero

LUIS MIGUEL PÉREZ ADÁN, HISTORIADOR Y DOCUMENTALISTA

Sábado, 11 de octubre 2014, 02:26

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En nuestro fondo fotográfico encontramos unas instantáneas de hace 84 años, que muestran el vuelo demostrativo de un nuevo prototipo de reciente invención. Las fotografías están tomadas en el Ensanche, junto al conocido estadio de fútbol del Almarjal.

Juan de la Cierva es la figura más celebrada de la aviación española del siglo XX y una de las más importantes del mundo. Construyó e hizo volar las primeras Alas Giratorias con rotores (Autogiro) de la historia de la Aeronáutica mundial. Se trata de una máquina reconocida a escala mundial como la precursora del helicóptero. En 1932 ya se habían construido 120 autogiros, que habían recorrido cuatro millones de kilómetros en treinta mil horas de vuelo.

La Guerra Civil Española sorprendió a Juan de la Cierva en Inglaterra, desde donde participó contratando el famoso avión 'Dragón Rapide' para el general Franco. El 9 de diciembre de ese año, Juan de la Cierva fallecía, paradójica y tristemente, en el Aeropuerto de Londres-Croydon, en Inglaterra, cuando el avión comercial en el que viajaba con destino a Ámsterdam se estrellaba e incendiaba en el momento del despegue. De la Cierva encontraba una muerte precoz en lo que tanto había luchado por evitar, un accidente aéreo.

En este contexto, nos situamos en Cartagena el 9 de septiembre de 1930. Todo está preparado para recibir a De La Cierva y su invento. La expectación creada en la ciudad es extraordinaria. Desde la alcaldía, su titular, Francisco Muñoz Delgado, lanza esta proclama:

«El recuerdo de Isaac Peral»

«¡Cartageneros! :Nuestro ilustre comprovinciano don Juan De la Cierva y Codorniú, inventor genial, gloria de la aviación española y la más eficaz propaganda por el mundo entero con solo su presencia, de este inacabable filón de valores culturales que atesora en sus entrañas la vieja España, ha querido, conceptuando a Cartagena en orden de sus afectos y cariños como una prolongación de la ciudad hermana, hacer también a ella, la visita que a la madre amantísima -Murcia-hizo ha pocos días, para depositar en el altar de sus más puros cariños, ludes los laureles que su privilegiado talento ha conquistado. Viene el señor La Cierva a Cartagena en el autogiro de su invención; en el aparato que su genio creador ha lanzado al mundo de la ciencia originando una revolución, y para darnos a conocer su pensamiento hecho realidad, el próximo jueves 11, a las 4 y media de su tarde y en el campo de aviación, emplazado en las cercanías del de deportes Cartagena F. C. aterrizará con aquél y ejecutará diversos vuelos y ejercicios demostrativos de la utilidad y excepcional seguridad de tal aparato».

«No necesita Cartagena, ciudad hospitalaria por excelencia, de estímulo alguno para acoger fraternalmente a tan ilustre visitante y exteriorizarse ostensiblemente los sentimientos de cariño y gratitud que hacia él siente, por la preferente distinción de que hace objeto a Cartagena y por ello, esta Alcaldía, siente la grata convicción y así lo espera confiadamente, que el pueblo todo acudirá al campo de aterrizaje a fundir en un sentido y fuerte abrazo el glorioso recuerdo del sabio inventor cartagenero don Isaac Peral, con la persona de nuestro hermano comprovinciano don Juan de la Cierva y Codorniú».

Las fotos de Casaú que presentamos hoy son un fiel reflejo de cómo se desarrolló aquel acontecimiento en la ciudad.

La llegada del aparato estaba prevista sobre las 16,30 horas, y desde mucho antes los alrededores de la estación, el campo de fútbol, la Muralla de tierra y el camino del Zorra (como se decía antes), estaban invadidos por ansiosos cartageneros que querían asistir a este acontecimiento.

Para albergar a todo este público se habilitaron unas tribunas. Sobre las cinco de la tarde fue divisado el autogiro entre los montes cabezo Beaza y la Asomada. Había salido de San Javier, tardando solamente unos 15 minutos en llegar a Cartagena a una velocidad de 90 Km/hora. Del autogiro descendieron el inventor ingeniero Juan de La Cierva y su acompañante, que en esta ocasión era su tío y senador Isidoro de La Cierva. La acogida fue portentosa por parte del público, que les otorgó un gran aplauso.

Una vez realizados los saludos protocolarios con las autoridades, De la Cierva explicó el mecanismo del aparato a los presentes, e inició luego un vuelo con algunas maniobras en el aire y un aterrizaje muy preciso, que originó el aplauso y la sorpresa del público en general.

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