Un condenado por asesinato vuelve a prisión por la agresión a un hostelero

Si el historial delictivo y policial del cartagenero José Salvador B. L. no era ya suficientemente espeluznante, ahora se ha ampliado con otro acto sangriento que ha vuelto a privarle de la libertad. Este vecino de Cartagena, de 44 años, cumple desde hace unos días prisión preventiva, acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa, por golpear en la cabeza con un hacha al dueño de un bar de Los Dolores para robarle la recaudación del día.

El hombre, que fue detenido por agentes de la Policía Nacional junto con otro vecino que actuó como compinche, salió hace un año de la cárcel tras cumplir catorce años de reclusión por un homicidio doloso. En concreto, según fuentes judiciales fue castigado como autor material del crimen de su amigo J. P. C. B., un joven de 21 años al que dio un fuerte golpe en la cabeza y apuñaló tres veces en el pecho en una finca cercana al paraje de Pozo de los Palos, en julio de 1999.

Asimismo, según estas fuentes, en esas mismas fechas llegó a ser arrestado e investigado por su presunta relación con la muerte a estacazos de su padrastro, el carpintero del barrio de Nueva Cartagena Emilio M. V., en mayo de ese año. Este último hombre, que entonces tenía 53 años, fue encontrado sin vida en su taller con golpes, en la cabeza, el tórax y los brazos.

Al igual que en el caso del Pozo de Los Palos, los investigadores hallaron indicios de un intento de prender fuego al cadáver del carpintero para borrar pistas.

Ahora, según informó ayer la Comisaría en un comunicado, José Salvador y un compinche han sido recluidos por orden del juez de guardia acusados de agredir con un hacha a un hostelero de Los Dolores. Según la Policía, los hechos ocurrieron el pasado martes, «cuando uno de los detenidos abordó a la víctima en la puerta de su domicilio, cubierto por un pasamontañas». «El hombre -añadió la Comisaría en su nota-, sin mediar palabra, dio varios hachazos en la cabeza a la víctima, que opuso una gran resistencia y logró evitar algunos de los golpes».

Según este relato, ante los gritos de la víctima, el agresor se dio a la fuga sin llevarse el dinero que pretendía robar al propietario del bar. Lo hizo ayudado por el segundo detenido, que le esperaba con un vehículo. Esta última persona habría dado al agresor datos sobre los hábitos de la víctima y sobre sus horarios. Según las fuentes consultadas, el hostelero llevaba encima en torno a los mil euros.

Los agentes comprobaron que el pasamontañas y el hacha habían sido adquiridos en un negocio cercano y lograron detener a dos personas que confesaron su participación en el robo y que entregaron los objetos que habían usado para cometer el delito.

El juez los envió a ambos a la cárcel de forma provisional, a la espera de juicio, acusados de robo con violencia y lesiones.

El herido sufrió varias heridas inciso-contusas en la cabeza y tuvo que ser trasladado al Hospital Santa Lucía.