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La presión de los bancos deja a la propietaria de los terrenos sin margen para darles salida

E. R. K.

Miércoles, 17 de septiembre 2014, 11:55

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El bloqueo urbanístico de los terrenos de la antigua factoría de Torreciega, la presencia de metales pesados en una tercera parte de su superficie y la caída del mercado inmobiliario situaron el caso de Española del Zinc en la boca de un laberinto de imposible resolución a corto, medio e incluso largo plazo. Las reclamaciones judiciales cruzadas entre exempleados, antiguos dueños, actuales propietarios, proveedores y entidades bancarias que exigen un dinero que nadie quiere pagar han complicado la salida.

  • Acreedores.

  • Tanto los bancos que asolan a Quorum como los antiguos deudos de Zinsa, sobre todo los exempleados

  • Contaminación.

  • La presencia de metales pesados e hidrocarburos hace inviable operar en la parcela en estos momentos.

  • Devaluación inmobiliaria.

  • Con el mercado de la vivienda aún bajo mínimos, es complicado atraer capital para un proyecto allí.

El galimatías inicial partía de la imposibilidad de recalificar la parcela de 500.000 metros cuadrados para hacer allí viviendas mientras ésta no sea descontaminada. Como nadie quiere poner el dinero para hacerlo (unos 20 millones, según el proyecto vigente), ese terreno vale muy poco. El Ayuntamiento no cambiará el uso por el de urbanizable residencial mientras siga pendiente la limpieza y el pago de las indemnizaciones a los exempleados (otros 20 millones).

La desintegración de las sociedades mercantiles que tienen que ver con esos terrenos también influye. La antigua Española del Zinc ha dejado de existir como empresa. La actual propietaria, Quorum Capital Investment, le reclama daños y perjuicios por haberle vendido un solar con la garantía de dárselo limpio y no haber cumplido. Pero además, su situación financiera es crítica, dado que este otoño tendrá que hacer frente a los pagos de los préstamos que pidió para llevar adelante la compra y la posterior urbanización y construcción de viviendas. Su única salida es revender los terrenos, pero incluso sus responsables se preguntan quién quiere ahora una parcela con tantos problemas. Además, todos los apoyos, adhesiones y decisiones favorables que despertaba el caso en el pasado se han volatilizado.

La última derivada del asunto, para acabar de enturbiarlo fue la acusación de principios de este año de que el exalcalde José Antonio Alonso pudo mediar en la operación de compraventa de la parcela, según un exempleado de la industria. Pero solo se trata de otro aspecto menor en una historia de futuro muy incierto.

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