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Usuarios del Economato Los panes y los peces, de Cáritas, hacen cola ante la caja de este supermercado social.
Unas 900 familias reciben ayuda para comida y otros gastos básicos este verano

Unas 900 familias reciben ayuda para comida y otros gastos básicos este verano

El Ayuntamiento eleva la partida de apoyo a vecinos en riesgo de exclusión y recurre al economato de Cáritas como alternativa a los comedores para niños

José Alberto González

Viernes, 29 de agosto 2014, 00:30

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A pesar de la incipiente recuperación de la economía, el día a día sigue siendo muy duro para cientos de vecinos de Cartagena con graves dificultades no solo para pagar la hipoteca ante la falta de empleo y la precariedad o la ausencia de subsidios del Estado, sino incluso para costearse la alimentación y otros gastos básicos. En esta última situación están las cerca de 900 familias (lo que equivale a unas 3.500 personas) que están recibiendo ayuda del Ayuntamiento y de Cáritas este verano, una temporada en la que el número de personas atendidas se ha incrementado en un 10%.

Solo el mes pasado, la partida destinada por la Corporación municipal a ayudas directas aumentó en torno a un 50%. Casi 150 familias se repartieron unos 75.000 euros, lo que supone unos 500 euros por beneficiaria y sitúa en 290.000 euros el dinero entregado en los siete primeros mes del año.

La solicitud de respaldo económico a estas familias «llega por medio de los trabajadores sociales, y su concesión definitiva se aprueba en las comisiones existentes en la Concejalía de Atención Social, que suelen reunirse dos veces al mes», explicó un portavoz del Ayuntamiento.

En el departamento que dirige el concejal Antonio Calderón comentaron al diario 'La Verdad' que «en algunos casos, cuando la situación lo requiere, se conceden ayudas de urgente necesidad para atender situaciones muy puntuales».

Como ejemplos, citaron el pago de un recibo de la luz para evitar que la compañía eléctrica corte el suministro a una vivienda o el abono de una letra del préstamo hipotecario ante la amenaza de desahucio. Asimismo, al igual que el resto del año el Consistorio se implica en el sostenimiento económico del Economato Los panes y los peces, que gestiona la organización de la Iglesia Católica Cáritas. La diferencia es que, en esta ocasión, el Gobierno municipal ha destacado la importancia de ese servicio social como alternativa a los comedores para niños.

El Ejecutivo de Pilar Barreiro rechazó las peticiones de grupos de la oposición de abrir espacios para garantizar, al menos, el desayuno a los niños de familias con problemas económicos. Y apostó por facilitar a los cartageneros los medios suficientes para comprar los productos, a precios mucho más bajo que los de un supermercado o tienda convencional, y consumirlos en casa.

El objetivo prioritario es, según explicó un portavoz municipal, evitar a los menores el estigma social de tener que ir a un «comedor de pobres» para tomar el desayuno.

«En la época en que cierran los comedores escolares, como son julio y agosto, la atención debe dirigirse a las familias, porque esto supone atender a niños y jóvenes de todas las edades. No vemos adecuado transformar los comedores escolares en comedores sociales», señaló Antonio Calderón. Y afirmó que este criterio es compartido por «los responsables de las entidades sociales que trabajan en el municipio, así como la FAPA (Federación de Asociaciones de Padres)».

Asociaciones de padres

«Tanto los representantes de las entidades de Acción Social como el presidente de FAPA han considerado más eficaz y adecuado el planteamiento de la Concejalía de actuar en el ámbito familiar, frente a quienes plantean abrir los colegios para que acudan a comer en verano los niños en riesgo de exclusión».

La excepción se dio, en julio, en las Escuelas de Verano municipales, donde de acuerdo con la Concejalía de Educación sí se proporcionó el desayuno a los niños que asistieron.

Para el resto de casos, el Ayuntamiento ha optado por «reforzar su apoyo a los servicios que ya están en funcionamiento para atender a las familias necesitadas, en este caso los comedores sociales y el Economato de Cáritas», ubicado en la calle Carlos V de Cartagena.

Este planteamiento del Gobierno municipal difiere del aplicado en otros lugares de España, como Extremadura. Allí, el Ejecutivo de José Antonio Monago, del PP como el municipal de Cartagena, ha abierto 18 comedores escolares en las ocho principales localidades de la Región, para «garantizar» una correcta nutrición de menores en riesgo de exclusión social o cuyas familias sufren una «extrema necesidad».

En el caso del Economato de Cartagena, gracias a las aportaciones municipales y de otras instituciones, colectivos y particulares Cáritas atiende a unas 780 personas. De ellas, unas 300 son derivadas desde 33 parroquias del municipio y el resto, de la Concejalía, las cofradías de Semana Santa y la asociación de caridad San Vicente de Paúl.

Leche y galletas por un 25%

Los usuarios reciben vales de 20 a 30 euros al mes, para comprar productos a un 25% del precio de adquisición por parte del Economato. Leche, galletas, arroz, patatas, carne, congelados y productos de limpieza figuran entre la oferta.

Según indicó la coordinadora del economato, Petri García, entre los usuarios se repiten perfiles como el de ancianos que viven solos o en matrimonio y que tienen pensiones muy escasas; y familias donde los padres tienen de 40 a 50 años, están desempleados, cobran un subisidio de paro de 400 euros o ninguno y tienen dos dos o más hijos a su cargo y un préstamo hipotecario.

Antiguos empleados de la construcción y exautónomos del comercio y los servicios hallan, en Los panes y los peces, un salvavidas para resitir a la marejada de la crisis. Y sus hijos evitan la amenaza de la mala nutrición.

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